Desde que asumí la Presidencia de Castilla-La Mancha, la accesibilidad y la igualdad han sido dos prioridades que he trasladado a la acción normativa del Gobierno. Siempre he mantenido que, en cualquier momento de nuestras vidas, cualquiera de nosotros podemos sufrir un accidente o una enfermedad que nos lleve a tener que afrontar una discapacidad.
Es cierto que, en el mundo de las capacidades, todos sufrimos en mayor o menor medida alguna carencia. Se pueden tener capacidades físicas plenas y, al mismo tiempo, se puede carecer de la capacidad de escuchar y atender a los demás. Por ello, hay que tener en cuenta que el lenguaje es clave a la hora de tratar la discapacidad que, en muchos casos, es una auténtica lección a los que en demasiadas ocasiones nos creemos capaces y no lo somos.
Con la celebración de un día internacional como el que tenemos hoy ante nosotros se pretende realizar un trabajo de sensibilización sobre la necesidad de la correcta integración de las personas con discapacidad.
Alrededor de un 15% de la población vive con algún tipo de discapacidad y se convierte en una misión obligada de quienes, al frente de las distintas administraciones, representamos a todos los ciudadanos, la mejora de la calidad de vida de los discapacitados, haciendo hincapié en su dignidad, en sus derechos, bienestar, ocio y lo que debe suponer su integración en todas las facetas de la vida.
Por esta razón, Castilla-La Mancha cuenta desde el pasado año con el II Plan de Acción para Personas con Discapacidad, creado para apoyar a las personas con discapacidad en la participación en la comunidad, una medida de acción que se materializa en la creación de la Comisión de las Políticas de Discapacidad de Castilla-La Mancha.
Es este el órgano de representación, interlocución y participación entre el movimiento asociativo representativo de las personas con discapacidad y sus familias, y el Gobierno Regional a través de las consejerías competentes en materias de Sanidad y Asuntos Sociales, de Educación, Cultura y Deportes, de Empleo y Economía, de Fomento y Agricultura.
En definitiva, todas las áreas del Gobierno están representadas para conseguir la transversalidad de las políticas de discapacidad con el objetivo de abordar de forma integral las necesidades de cada persona.
Precisamente, la pasada semana, tuve la ocasión de participar en un acto en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, un emblema en toda España en el que la capacidad de superación y el esfuerzo de todas las personas que allí reciben tratamiento y rehabilitación, después de un accidente, son un ejemplo para la sociedad.
El espíritu que reside en todos los que, después de ver un cambio en sus vidas por un accidente que podría haber truncado sus expectativas y anhelos, es el que me anima a pedir a toda la sociedad que seamos conscientes de la necesidad de apoyar, respaldar y tratar como iguales a las personas que día a día nos dan una lección de capacidad.