El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado un decreto por el cual los inquilinos que residan en viviendas de promoción directa de la Junta que estén pasando dificultades económicas puedan aplazar o fraccionar el pago por un tiempo máximo de dos años, medida que podría beneficiar hasta a 1.500 familias.
Así lo ha anunciado el portavoz del Gobierno, Leandro Esteban, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, donde ha especificado que el decreto tiene como objetivo «intentar ayudar en un momento de crisis como el actual a aquellas personas que tienen viviendas en alquiler de la Junta y tienen dificultades para hacer frente a las mensualidades».
«La medida tiene un carácter temporal de dos años y propone medidas excepcionales para estos arrendatarios con dificultades de pago», ha dicho Esteban.
Ha especificado el consejero portavoz que las condiciones que se ponen para poder acceder a estas ayudas son que la vivienda habitual y permanente lo sea desde hace al menos 12 meses antes de presentar la solicitud, no ser titulares de ningún bien inmueble con un valor superior a 20.000 euros y que las sumas de las rentas mensuales de los residentes en la vivienda no excedan dos veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).