Esta tarde han ganado los chicos del fútbol 5 la medalla de bronce en Londres, y con esta ya van 36 en el palmarés de España. Y esto a dos jornadas de competición aún por delante ¡Enhorabuena a todos los deportistas y al Comité Paralímpico Español!
Sin embargo, me pregunto ¿cuántas medallas más necesitan ganar los paralímpicos para merecer el Príncipe de Asturias?, por ejemplo.
Esta semana se hizo pública la decisión del Jurado de los Premios Príncipe de Asturias del Deporte. Un total de 21 candidaturas. Entre ellas, el Comité Paralímpico Internacional y los futbolistas Casillas y Xabi. Recayendo finalmente el premio sobre estos últimos y considerando el jurado que “estos jugadores del Real Madrid y Fútbol Club Barcelona simbolizan los valores de la amistad y el compañerismo más allá de la máxima rivalidad de sus respectivos equipos. Su comportamiento deportivo es un modelo para los jóvenes”.
Sin quitar merecimiento alguno, pues creo que son muy dignos de que se reconozcan sus valores humanos y deportivos. Pero, puesta a atreverme, me atrevo con imposibles y creo que dado que en 2010 “la roja” (Casillas y Xabi como parte del todo) ya se llevó el Príncipe de Asturias del Deporte, si lo que quería el Jurado era valorar “la amistad y el compañerismo más allá de la rivalidad”, bien podrían otorgarles el de la Concordia y haber galardonado a los Paralímpicos con el del Deporte.
Y es que saber estar es muy importante, pero además, saber estar y en el momento oportuno es síntoma de sabiduría. Quizá este hubiera sido un momento sabio, un muy buen momento para reconocer al deporte paralímpico.
Porque si algo nos están enseñando es que la discapacidad física, mental o sensorial se puede superar desde la fe en uno mismo, la voluntad de superación, el trabajo y el desarrollo de las cualidades y capacidades personales.
Y es que, si algo me está quedando claro es que los únicos obstáculos que no se pueden superar son los que vamos poniendo el resto de “capacitados”.
¡Ánimo chicos paralímpicos, nos estais dando la mejor de las lecciones!
Finalizo con un tweet que acabo de leer y me ha encantado: