Si es usted vecino de Tomelloso, no tiene excusas para quedarse sin ver la exposición de CAROLINE CULUBRET que hasta el próximo 28 de Julio, acoge el MUSEO DE ARTE MODERNO INFANTA ELENA, de la Cooperativa Virgen de Las Viñas. Si no lo es, bien vale la pena visitar y de paso disfrutar a pleno todo el arte de esta tierra manchega. El horario es un poco estricto pero perfecto para darnos un paseo diferente de fin de semana, creedme que una dosis de belleza y magia como provoca esta muestra de arte, merece la visita. Y si además diera el caso de ser esta la primera vez que visita el museo, prepárese a disfrutar de una de instalación de muy alto nivel que es todo un orgullo para la ciudad. La entrada es gratuita. Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena. Crta, Argamasilla de Alba, nº1, 13.700, Tomelloso (Ciudad Real). HORARIOS: Sábado 17:00 a 19:00 horas // Domingo de 12:00 a 14:00 horas.
¿Qué significa esta muestra en tu carrera?
Es la muestra más importante de mi carrera, porque es una retrospectiva en un Museo Infanta Elena que año a año crece en excelencia. Soy la primera mujer que expone allí y la segunda tomellosera.
¿Quién fue el primero?
Angel Pintado.
Cuéntale al público que es lo que va a ver.
Va a ver una retrospectiva desde que yo empiezo a pintar en Tomelloso, hace veinticinco años. Empezamos con una pintura que se llama Fabio (en aquellos días firmaba como ANIMAL) y continúa una selección de obras de todo mi recorrido artístico. Lo que he tratado de recopilar son obras muy simbolistas que al final habla de mi vida. Se puede ver lo que ha sido mi vida en mi arte. Me centro quizás un poco más en estos últimos años y también entre medias presento unos cuadros que se quemaron en una exposición. Están allí porque son parte muy importante de mi trayectoria, aunque no se vean bien allí tienen que estar.
¿Cómo ha sido la recepción del público frente a tu obra?
Siento constantemente mucho cariño, agradecimiento. Siento emoción en la gente cuando ve la obra. Ayer mismo había una mujer llorando y no es la primera vez que me pasa, en Madrid igual. La gente ve un cuadro y se pone a llorar, conseguir eso es maravilloso porque la gente capta el propósito inicial con que trabajé la obra. Es emocionante, es precioso, he conseguido transmitir y eso es lo más importante en el arte. Puedo entender que haya gente que no le guste lo que hago y eso no es algo que me fastidie, la crítica no es algo que me preocupe.
¿Te critican a ti? ¿Quién se atreve?
Hmmm… los hay, si. (Ríe) Con UNA MOSCA MUERTA ECHA A PERDER UN PERFUME hubo quienes fueron muy críticos. Es el cuadro más importante de toda mi trayectoria, fue premiado en el 2007 y sin embargo ha sido muy polémico. Es un cuadro que aparentemente es una mujer crucificada que no lo es, no tiene estigma, no tiene cruz. Es un cuadro que habla de las apariencias, lo hice cuando mi padre estaba enfermo y que yo lo comentaba con él. Lo finalicé cuando falleció. La historia está en que cada uno ve lo que quiere, tú puedes ver el dolor que yo estoy interpretando o puedes ver una ofensa. Pero en fin Cristina, a mí no me gusta explicar un cuadro. El espectador tiene que sentir el llamado de la obra, si el cuadro no te habla no es para ti. Con los años me di cuenta que la gente me iba pidiendo una explicación y por ello ahora he agregado unos pequeños escritos que es como una puertecita para que el cuadro te hable.
¿Cómo trabajas la obra?
La importancia del arte es primero el cómo está realizado, la temática que tu quieres realizar, que esté bien dibujado, el dibujo es fundamental en la pintura, entonces el cuadro tiene que estar bien realizado pero también considero que debe transmitir una historia. Puede ser, mi pintura está un poco influenciada por los pintores del siglo XIX, los simbolistas, los románticos. Utilizo casi siempre la figura humana, en especial femenina, como representación de mi propia persona. Es lo que me han enseñado desde el principio, utilizar la figura humana para expresar lo que siento.
Tus cuadros son para pensar, todos ellos están plagados de simbología en algunos casos muy onírica, muy personal y hasta se podría decir freudiana. Pero en otros utilizas simbología marcadamente literaria y mitológica, dentro de este grupo está OFELIA. Recordemos al lector que es el personaje femenino de la obra Hamlet, que se suicida arrojándose a un río. Tú has trabajado este personaje en varios aspectos de tu carrera, como pintora y cómo modelo ¿Qué nos cuentas de ello?
Mi fascinación por el personaje empieza con un cuadro de Jhon Everett, un simbolista del siglo XIX, es mi cuadro preferido y pensé que quería tener mi propia versión del mismo, no hay modo más sincero para un artista de rendir homenaje a algo que uno admira. Hay cosas detrás que me resulta difícil explicar, me pasa con muchos artistas.
SAFIS es una pintura que fue terminada en los minutos previos al cambio de milenio. Aunque no haya sido la intención primaria el cuadro encierra un mensaje en cierto modo profético al modo en cómo la gente cambió la percepción de sus recuerdos a partir del advenimiento de las redes sociales o en el caso de Una Mosca Muerta Arruina un Frasco de Perfume, donde a mi entender te adelantas al empoderamiento femenino que por fortuna avanza en nuestra cultura. ¿Crees que un artista trabaja más allá de la realidad?
No lo sé, quizás, uno pinta ilusiones y puede que al final suceda. Por ejemplo el cuadro de Uve Dual, que es una mujer al revés sujetando una coliflor, representa la maternidad. Al poco sucede. Y puede ser que los artistas transitemos un tiempo distinto, yo suelo soñar mis cuadros antes de comenzarlos.
¿Tienes un ritual de trabajo o pintas cuando te da la gana?
Cuando me da la gana no. Pinto todos los días me guste o no. Es mi trabajo, yo no puedo esperar a que aparezcan las musas. Hay momentos en que no sale lo que estoy buscando entonces lo aparto y sigo con otra cosa. Pero es mi trabajo. Me levanto y pinto. Es mi hora de trabajo y nada me puede interrumpir, es sagrado y la gente que tengo alrededor lo respeta.
¿Cómo era el mundo del arte cuando empezaste y cómo lo ves ahora?
Cuando se empieza nunca se vende, uno se va formando con el tiempo. Hubo unos años que se vendía muy bien, se vendía todo e incluso obra sin terminar. Pero con la crisis económica el arte se resintió como nos pasó a todos. Mi pintura de todos modos no es comercial. En especial por la temática, a la gente le parece bonito el desnudo pero a la hora de comprar no se atreven. Así y todo no me puedo quejar porque llevo un buen año respecto a ventas. Estoy muy contenta con la galería CASTELLO CUATRO de Madrid, y es la primera vez que me pasa, siempre hay problemas con todas, parece que te sangran.
De todo lo que has pintado ¿Hay algo de lo que te arrepientas? Me refiero a esos momentos del artista en que se pierde buscando en caminos donde no hay nada y al final se queda con la sensación de haber perdido el tiempo.
Eso nos pasa a todos, no te acomodas en tu estilo de pintura. Vas innovando, evolucionando y hay muchos cuadros que se quedan apartados. Son cuadros que luego miras y te das cuenta de que no funcionan.
¿Qué haces con ellos? ¿Los rompes o los reciclas?
No, no, no. No se rompe nada. No se tira nada. Todo se transforma.
Para despedirnos te propongo un juego, el test de BERNARD PIVOT, que consiste en un cuestionario de cosas simples.
Encantada.
Allí vamos.
¿Qué te produce placer?
La felicidad el bienestar.
¿Qué te desagrada?
El odio.
¿Qué sonido te agrada?
El canto de un pájaro cuando me levanto por la mañana.
¿Qué sonido te desagrada?
Los gritos de la gente
¿Tienes un taco preferido?
¡Mierda!
¿Qué te hubiera gustado ser si no fueras artista?
Veterinaria
¿Qué profesión jamás intentarías?
Abogado
Si el cielo existiera, ¿Qué te gustaría que te dijera Dios al verte llegar?
¡Bienvenida!