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jueves, 21 noviembre
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José Luis Cabañas, descansa en paz y dibuja a Dios cuando lo veas

Artículo de Natividad Cepeda

No quedan golondrinas José Luis Cabañas para decirte adiós volando en Tomelloso, tampoco vencejos. Creo que las cigüeñas también emprendieron su vuelo en estos días últimos de agosto cuando por las noches no vemos las estrellas porque las tapan las luces de colores de la feria.

Ayer el agua lavó el pueblo que tú has dibujado y sabes que al llover, el agua se lo lleva todo. Es como cuando te mueres que es entonces cuando nos acordamos de quien nos deja. Ha sido al mediodía cuando en un acto en la Casa de Cultura de tu pueblo y el mío. nos han dicho que tú te habías marchado. Y esa noticia tuya nos ha dejado de nuevo, sin decirlo en voz alta, esa pregunta eterna que nadie nos contesta; ¿por qué la muerte se lleva a quienes conocemos y amamos?

Tú eras esa sonrisa abierta anchurosa de luz similar a la besana verde de las viñas cuando en agosto esperan la vendimia. Y te has ido buscando las lindes de los cielos por donde las perseidas nos señalan el curso de las estaciones que todavía, algunos predicen y conocen.  ¿Recuerdas, que desde abril no había llovido por el pueblo? y llovió el día antes de marcharte como si el cielo con tanta sed nuestra te quisiera decir adiós dejando la tierra humedecida para que te fueras envuelto en su aroma.

La muerte, ahora tú lo sabes, acampa donde quiere envolviendo en su helado abrazo el corazón que late y siente. Nunca advertimos su presencia desgarrada y mortal para nosotros, ahora que te has ido yaces más vivo que nunca, porque todos los que te hemos conocido te nombran y recuerdan. Y porque sólo Dios nos conoce a cada uno por nuestro nombre, a ti te concedió ser intemporal y por eso atravesarás la memoria de los que hay te lloran y de los que mañana miraran tus dibujos.

Dicen, admirado y genial dibujante, que somos polvo de estrellas y por eso las miramos desde el bosque de sombra de las noches. No sabes cómo han ido apareciendo en los medios digitales muchos de tus dibujos, y bajo esa espesa súplica de impotencia  aparecen tus creaciones de dibujos diferentes y con esa chispa de humor que tú tenías. Ahora se rebuscarán tus datos personales y se expondrán tus triunfos y títulos académicos ganados; Todos seremos por unos días tus amigos para rescatarte del olvido mostrando los logros de tu vida. Pero no será suficiente José Luis Cabañas, ni necesario porque todos tus personajes dibujados han quedado para su contemplación sin fecha alguna de caducidad.

Tomelloso te debe que tú lo hayas expuesto fuera de su término; tú le debes a éste pueblo, que vieras la primera luz en su entorno y desde ese día la luz del ingenio se hizo  luz  sin trampa ni ornamento. Lloran tus rotuladores y el papel que se quedó en blanco y todos los que te decimos no, adiós, sino hasta pronto porque nada muere del todo para los que creemos en  la vida no extinguida. Rezaré por ti en mis oraciones y estoy segura que  en esa desbandada de tus huesos  te salvarán tus dibujos  y te quedas en la vasta explanada de la vida a pesar del adiós que te damos.

De tus innumerables y magníficos dibujos hoy me quedo con tu felicitación del año 2018 con la que nos felicitó a los vecinos nuestro Ayuntamiento; ahí están sentados en el Casino de San Fernando Plinio y don Lotario, enfrente en la Posada de los Portales, una cometa grande de luminoso amarillo nos dice que la Navidad es vida y alegría porque la celebran los personajes de García Pavón, que son los tuyos, con mantecados y mistela además del café en las tazas. Bella alegoría de nacer y morir es la despedida del año viejo y la bienvenida del año nuevo…la rueda de la vida y de la muerte. Una estrella y tú con ellas en éste agosto donde ellas te han reclamado José Luis Cabañas.

Recuerdo que la última vez que paseamos juntos fue una noche serena y cuajada de estrellas. El reloj de la iglesia dio sus campanadas y nos paramos junto a la Posada de los Portales unos minutos más, en silencio, mirando la fuente, que ya no está, y la plaza vacía. Tú, te fuiste a tu barrió del Carmen y yo a mi casa calle abajo. Arriba el cielo estaba brillante de puntos luminosos igual que estas noches de agosto donde sin dudarlo tú eres una estrella dibujando luceros en el firmamento.

Los artistas no se van porque en sus obras quedan y viven ellos. Te buscaré, José Luis Cabañas en tus dibujos, al mirarlos sé que tu alma me saldrá al encuentro. Descansa en paz y dibuja a Dios cuando lo veas.

Natividad Cepeda

José Luis Cabañas, descansa en paz y dibuja a Dios cuando lo veas

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