La Plaza de España vivió este 24 de diciembre una Nochebuena en versión Tomelloso: villancicos, sol, mistela, niños nerviosos y un Luis “don Juan” (somosteuve / enTomelloso) recorriendo cada rincón con su habitual tono canalla. Mientras la Agrupación Musical Santa Cecilia, dirigida por Marta Baños, ponía la banda sonora, Luis iba parando a todo el que se cruzaba por delante.

Una visitante llegada desde Alicante celebraba el ambiente: “Es una iniciativa muy atractiva para los tomelloseros y para los que venimos de fuera también”. Tanto le gustaba el villancico que sonaba que confesó: “Nos íbamos a ir ya, pero he dicho que esperemos un poquito”.

Otros se acercaban con la excusa de la mistela: “Claro, de mistela también y mantecado. Todo está muy bien”, explicaba un hombre mientras aseguraba que siempre le han gustado los villancicos. Otro, más directo, sentenciaba: “Hay que pagarlo, porque si no, gratis esto no puede ser”.

Los niños, sus pedidos… y el trineo de Papá Noel

La ronda infantil dejó un surtido de peticiones: “Un balón de fútbol, una Nintendo Switch y cromos de la Liga”, decía uno. “Yo un Lego”, añadía otro. “De Mickey Mouse”, pedía una niña entre timidez y emoción. Todos afirmaban haberse portado “muy bien”, pese a la advertencia de Luis: “Yo soy amigo de Papá Noel y me lo va a decir”.

La confirmación llegó del propio protagonista: “Este año bien, por ahora todos los que llevo se están portando fenomenal”, explicaba Papá Noel. Sobre los regalos más repetidos, lo tenía claro: “Mucha Nintendo, muchas muñecas…”. Y cuando Luis le preguntó si todo cabría en el trineo, Papá Noel tiró de filosofía: “La ilusión es un saco muy grande”.

Luis aprovechó para colar una petición muy suya: “¿Te puedo pedir que Hacienda me cobre menos?”. La respuesta fue inmediata: “Eso tienes que ir a la Seguridad Social y pedir cita. A ver si te la dan”, remató Papá Noel.

Más villancicos y más mistela

Entre familia y familia, Luis encontró a un vecino que lo tenía clarísimo: “Venimos a posta a verlos y a comernos el mantecado y la mistela”.

Otros destacaban el ambiente y el valor de mantener la tradición: “Es una manera entrañable de rememorar lo que escuchábamos de niños”, decía un padre. Su pareja añadía: “Es un detallazo de la Agrupación venir a acompañarnos. Y nosotros colaboramos, claro”.

Para cerrar, Luis lo resumió todo con su sello personal: “Hoy hemos visto cómo se han portado los niños, los mayores y cómo la gente sigue colaborando con Santa Cecilia. No se puede pedir más un día como hoy.”