La campaña del melón ya ha comenzado en Tomelloso. Lo ha hecho con retraso, pero con buenas perspectivas de calidad y producción. Así lo ha confirmado José Ángel Serrano, presidente de la cooperativa Santiago Apóstol, durante una visita al campo y a la tienda de la cooperativa, donde ha repasado los detalles de esta nueva temporada.
“La campaña empezó muy bien porque empezó a llover, lo primero que necesitamos es el agua, y eso es lo más importante”, explicaba Serrano, señalando que aunque las lluvias retrasaron la siembra, el calor de junio ha permitido recuperar el calendario previsto. “Lo que perdimos en abril y mayo, lo hemos ganado en junio, que ha sido excepcional. Vamos con las fechas que teníamos previstas”.
Incertidumbre en los precios por solapamiento con otras regiones
Uno de los principales desafíos de esta campaña está en la coincidencia en la recogida con otras zonas productoras como Andalucía y Murcia, lo que está generando cierta presión sobre los precios. “Ahora mismo estamos por debajo casi del coste de producción”, advertía Serrano. No obstante, confía en que “cuando se terminen las campañas de Sevilla y Murcia y nos quedemos nosotros solos, los precios se estabilicen”.
Un modelo de producción integral “de la tierra a la mesa”
La cooperativa Santiago Apóstol controla todo el proceso del melón, desde el semillero hasta la distribución. “Hacemos el ciclo completo: producimos la planta, asesoramos al agricultor, recogemos, seleccionamos, envasamos y distribuimos”, detallaba el presidente. Esta trazabilidad garantiza una calidad constante del producto, algo especialmente importante en un alimento perecedero como el melón.
Los melones de la cooperativa se distribuyen tanto en grandes superficies —como Mercadona, Carrefour y Eroski— como en mercados europeos a través de su colaboración con Anecoop. “Exportamos sobre todo a Europa, y aunque hay buena fruta en otras regiones, lo que diferencia al melón manchego es su calidad al criarse al aire libre y no en invernadero”, destacó Serrano.
Tendencia hacia frutas más pequeñas
El consumidor también está cambiando. “Ahora se buscan melones y sandías más pequeños, de 1,5 a 2 kilos, por comodidad y facilidad de conservación en la nevera”, explicaba Serrano. Lejos de lo que ocurría antes, las nuevas variedades permiten que estas piezas más reducidas mantengan la misma calidad que las de mayor tamaño.
Venta directa con garantía en la cooperativa
Además de su canal de distribución mayorista, Santiago Apóstol ofrece venta directa en su tienda en la cooperativa y en el Mercado de Abastos de Tomelloso. “Desde el campo a la mesa, literalmente”, recalcaba Serrano. El horario comercial es de 9 a 14 y de 16 a 19 horas, siendo las mañanas las de mayor afluencia.
Para elegir un buen melón, el experto recomienda fijarse en que “esté muy escrito, dorado, con un amarillo profundo en la base, que tenga peso y se vea fuerte”. Y añade: “Si por cualquier circunstancia una pieza no sale buena, animamos a que se reclame en la tienda. Como con el jamón, si no está bien, se cambia. Eso sí, no vale con llevar solo las pepitas”, bromeó.
Con la campaña ya en marcha, la cooperativa confía en que, pese a las dificultades del mercado, el producto final mantenga el prestigio del melón manchego. “Nunca vamos a ser perfectos, pero garantizamos una calidad elevada. Aquí el 98% del producto es bueno”, concluyó Serrano.












