El Mercado Navideño de la Plaza de España y la zona comercial del centro de Tomelloso están siendo, en los días previos a la Navidad, el principal punto de encuentro para las compras de última hora. A pesar del frío y de algunas lluvias puntuales, el ambiente es constante y refleja tanto las prisas de los consumidores como el esfuerzo del pequeño comercio por atraer a los clientes en una de las semanas más importantes del año.
En las casetas del Mercado Navideño, los comerciantes hacen balance positivo, aunque con matices. Noelia Medina, que vende postales, dibujos e ilustraciones, señalaba en su primer día que “pese a que ha caído un poco de lluvia al iniciar, parece que se está animando un poco”. La artista reconoce que el frío condiciona la afluencia, pero destaca que el público se muestra tranquilo y receptivo.
También desde una de las casetas de comida, Javi, dedicado al mundo de los eventos y que ha estrenado la venta de gofres en el mercado, aseguraba que la respuesta está siendo mejor de lo esperado: “Pensaba que no se iba a vender nada, pero sí, sí se vende”.
Entre los compradores, el ambiente familiar es uno de los rasgos más visibles tanto en la plaza como en las calles del centro. Carlos, que paseaba con su familia, explicaba que había aprovechado para hacer algunas compras: “He comprado una taza en Noelia Medina, está bastante chula, y recomiendo venir porque está súper bien”. Eso sí, añadía que “si hiciera un poco menos de frío, se llevaría mejor”.
Las calles comerciales del centro de Tomelloso también reflejan ese contraste entre animación y prisas. Algunos vecinos reconocen que todavía no han empezado con los regalos, mientras otros apuran el tiempo antes del cierre de las tiendas. “Tengo todavía varias cosas que comprar, pero hay mucho ambiente y da gusto pasear por el pueblo”, comentaba uno de los entrevistados, defendiendo que “en Tomelloso hay prácticamente de todo”.
En paralelo a las compras, la solidaridad también tiene su espacio. Patricia, de Juventudes Socialistas de Tomelloso, explicaba la iniciativa instalada en el centro: “Hemos montado una recogida de ropa, juguetes y alimentos no perecederos pensando en la gente que más lo necesita”. A pesar del frío, destacaba que “la gente se está portando súper bien y está donando un montón”.
Desde el comercio local, la percepción es diversa. Natalia de Joyería María Lara, valoraba que “poco a poco la gente va comprando sus regalos en el pequeño comercio” y apuntaba a una mayor concienciación. Más crítica era la visión de Luis, de Los Muchachos Moda, que reconocía que “las ventas están siendo un poquito flojas porque parte del cliente compra por internet o en grandes superficies”, aunque recordaba las campañas impulsadas para fomentar el consumo local.
Entre los vecinos, muchos admiten combinar compras online y en tiendas físicas, aunque coinciden en que el comercio del centro ofrece ventajas claras. “Para cambios y devoluciones es mucho más cómodo comprar aquí”, señalaban varios jóvenes.
El Mercado Navideño y la zona centro de Tomelloso vuelven así a convertirse en el corazón comercial y social de la Navidad, un espacio donde conviven las prisas de última hora, el frío invernal y la apuesta por mantener vivo el comercio local.
