La Lumbrera alcanza un pequeño gran hito con la emisión de su décimo programa, un episodio con sabor a celebración, tertulia musical y mucha complicidad. El videopodcast de Santi Benito y Carlos Masó, producido por Miguel Muñoz para somos teuve y Somos Podcast, levanta una vez más la tapa de la lumbrera para dejar pasar música, recuerdos, debate y, sobre todo, amigos.
En esta ocasión, el estudio se llena de voces conocidas del entorno festivalero y musical con la presencia de Miriam Benito, Moisés “Moy” Díaz, David Crespo y Raúl Martínez Jaleño, que se suman a una conversación distendida que gira alrededor de una pregunta tan sencilla como compleja: ¿qué es realmente el indie?
Desde el inicio queda claro que no hay una única respuesta. Para algunos, el indie nace del “hazlo tú mismo” de los años noventa, de la independencia creativa y de una estética alejada de lo mainstream. Para otros, hoy es también una forma de vivir la música, los conciertos y los festivales, un espacio de encuentro generacional con un ambiente propio. Carlos Masó lo resumía con ironía al señalar que “lo que ahora llamamos indie ya no es lo que era en sus orígenes”, mientras Santi Benito apuntaba que lo verdaderamente independiente quizá esté hoy en proyectos que se autoproducen y se mueven al margen de grandes estructuras, aunque luego las discográficas sepan detectar y absorber ese impulso.
El debate se mezcla con anécdotas personales y recuerdos compartidos. Desde conciertos bajo un sol abrasador en explanadas polvorientas hasta descubrimientos musicales que marcaron una época, como aquellos primeros encuentros con Radio 3. Miriam recordaba cómo escuchar la emisora fue casi una revelación generacional, mientras otros reconocían que fue el paso definitivo para salir de la radiofórmula y empezar a buscar sonidos distintos.
La música va sonando como hilo conductor del programa y sirve para reivindicar propuestas menos visibles en los grandes escenarios. Grupos liderados por mujeres, bandas con un directo arrollador o proyectos que aún pelean por hacerse un hueco aparecen como ejemplo de que el talento no siempre va de la mano del cartel principal. Se subraya, además, la contradicción habitual de los festivales: escenarios secundarios llenos de calidad frente a cabezas de cartel más previsibles.
El episodio también deja espacio para mirar a casa. El Tomelloso Sound aparece en la conversación como una apuesta valiente por traer el indie al municipio en un momento clave, con nombres que hoy llenan grandes recintos pero que entonces estaban en plena efervescencia. Raúl Martínez explica que la idea fue “traer un género que no había llegado todavía a Tomelloso” y apostar por bandas en crecimiento, aunque reconoce que consolidar un festival es una carrera de fondo que requiere tiempo, constancia y recursos. Carlos Masó, desde fuera, lanza una reflexión clara: quizá faltó continuidad, porque “muy pocos festivales nacen siendo grandes”.
No faltan tampoco las preguntas incómodas, una seña ya habitual de La Lumbrera. Los invitados y presentadores se mojan al hablar de grupos que, pese a su éxito, no conectan con ellos, dejando claro que el gusto musical también es personal y cambiante. Entre bromas y confesiones, se asume que hay bandas que funcionan perfectamente para una generación más joven o para otro tipo de público, aunque no encajen con todos.
El tramo final del programa se vuelve más emocional cuando cada participante comparte el concierto que guarda con más cariño. Desde actuaciones íntimas con apenas unas decenas de personas hasta grandes noches en recintos multitudinarios, todos coinciden en que hay conciertos que se quedan grabados para siempre. Aun así, Carlos Masó lanza una idea que resume el espíritu del programa: “el mejor concierto es siempre el que está por venir”.
La Lumbrera se despide celebrando estos diez episodios como un punto de partida más que de llegada. Entre música, debate y amistad, el programa reafirma su esencia: ser un lugar de paso, de intercambio y de descubrimiento, como esas lumbreras tradicionales de Tomelloso por las que entra la luz, el aire… y, a veces, alguna sorpresa desde la calle.
El videopodcast puede seguirse en YouTube, en el canal de somos teuve, y escucharse también en iVoox, además de sus redes sociales bajo el nombre de La Lumbrera Podcast. “Gracias, lumbreras, os queremos”, se despiden Santi y Carlos, con la promesa de seguir levantando la tapa muchos programas más.
