En su tradicional mensaje institucional de Año Nuevo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho un llamamiento directo a la ciudadanía para que no permita que la crispación se instale en la convivencia social y familiar. “No dejen que se cuele en sus mesas en estas fiestas la crispación. No merece la pena el enfrentamiento personal, que es tanto como seguirle el juego a los políticos que crean la crispación y el frentismo”, ha expresado desde el Palacio de Fuensalida.
García-Page ha advertido que “esta España dividida es de diseño” y ha atribuido su origen a quienes “buscan esconderse o esconder sus miserias detrás del enfrentamiento”. En este contexto, ha subrayado que “no nos merecemos los españoles que todos los días nos estén obligando a tomar partido”, ni tampoco “que nos lluevan mensajes que buscan el odio”.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha querido destacar los valores que, en su opinión, definen a Castilla-La Mancha, como el diálogo, la moderación y el consenso. “Aquí intentamos evitar la crispación por todos los medios y buscamos el diálogo”, ha afirmado, reivindicando que la región “busca la paz, la armonía y que las cosas funcionen”.
Una región coherente que rechaza los privilegios
García-Page ha reivindicado además la coherencia como un rasgo esencial de la identidad castellanomanchega, ligándola directamente a la honestidad política y personal. “La coherencia es la condición previa para que a alguien se le pueda reconocer como honesto”, ha afirmado. En ese sentido, ha añadido que “la principal de las honestidades está en cumplir, o al menos en intentarlo. Ser honesto en las decisiones, en las acciones y en las actitudes personales”.
El presidente también ha subrayado el sentimiento de pertenencia y orgullo regional y nacional: “Nosotros sabemos que somos españoles, a mucho orgullo. Castilla-La Mancha no pretende más, pero no asume ni consiente menos”. Esa claridad de rumbo, ha dicho, permite a la comunidad “combatir cualquier tipo de intento de privilegios que nos perjudique a nosotros o al conjunto”.
Crecimiento económico al servicio de todos
Mirando al futuro, García-Page ha expresado su deseo de que el año 2026 permita avanzar hacia un modelo de desarrollo más justo y equitativo. “A mí me interesa que esta región crezca, pero sobre todo para que lo podamos compartir, que podamos traducir ese crecimiento y esa riqueza en mejor sanidad, mejor educación y mejor atención a los que más lo necesitan”, ha señalado.
Asimismo, ha pedido que el nuevo año venga acompañado de estabilidad institucional, un factor que considera clave para mantener el rumbo de progreso de la comunidad. “La estabilidad nos da capacidad para adueñarnos de nuestro futuro y seguir creciendo en exportación, en empleo, en llegada de empresas, en servicios públicos y en igualdad”, ha resumido.
Un mensaje entre el afecto y la reflexión
El mensaje, grabado en el salón de audiencias del Palacio de Fuensalida, ha tenido también un tono personal, con palabras de recuerdo para “los que nos faltan” y apelaciones a la unidad. “Lo que deseamos como ciudadanos es lo que como mínimo le debemos exigir también a los políticos”, ha dicho, insistiendo en que “ser autocríticos, saber lo que hay que rectificar, es probablemente lo más hermoso y lo más útil que podemos hacer los seres humanos, no digamos ya los que tenemos alguna responsabilidad pública”.
Con un tono cercano y directo, Emiliano García-Page ha concluido su intervención con un deseo para todos los castellanomanchegos: “Os deseo un 2026 mejor que todos los años anteriores. Siempre. El año que viene tiene que ser mejor que el que se va”.





















