miércoles, 31 diciembre, 2025

Las uvas, las braguitas rojas y alguna que otra “chorrada”: así despiden el año los tomelloseros

Desde las clásicas doce uvas hasta los más originales rituales, los vecinos de Tomelloso mantienen vivas —y muy a su manera— las tradiciones para recibir el Año Nuevo

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En el último día del año, la Plaza de España de Tomelloso se convierte en un hervidero de buenos deseos, rituales curiosos y mucho sentido del humor. En un recorrido por las voces de la calle, los tomelloseros confirman lo que ya sospechábamos: lo de las doce uvas no se negocia, pero cada cual le pone su toque personal a la despedida del año.

Siempre con uvas, como Dios manda”, respondían sin dudar un grupo de vecinos, que se definen como “muy tradicionales”. Sin embargo, no todo el mundo lo tiene tan claro. “Yo todos los años me atraganto”, confesaba entre risas una joven, resignada a repetir el ritual. Otro aseguraba que su mayor objetivo esa noche era “hacer el imbécil mientras me tomo las uvas para que el resto se atragante”, aunque admite que la jugada suele salirle mal y acaba siendo él quien se ahoga de la risa.

Entre las tradiciones más curiosas aparece la de meterse debajo de la mesa. Aunque la mayoría lo considera “una tontería”, hay quien admite haberlo intentado alguna vez: “Yo ya no quepo debajo, así que meto a mi hermana”, decía un chico entre bromas. Y para los más supersticiosos, no faltan los clásicos de cada año: el euro en el zapato derecho, el anillo en la copa de champán, y cómo no, la infalible ropa interior roja. “Cada año que me la he puesto, ha habido éxito”, asegura convencido uno de los entrevistados. “Eso es un clásico”, ratificaba otra vecina.

Pero también hay novedades: una mujer revelaba que en su casa colocan “una bolsita roja con una hoja de laurel y un euro detrás de la puerta” para atraer la buena fortuna. Otros brindan con cava con un anillo dentro, como símbolo de amor y compromiso para el nuevo año.

En definitiva, lo importante es compartir. “Lo único que no falta nunca es la familia”, decían varios vecinos, dejando claro que más allá de las tradiciones o supersticiones, el valor está en celebrar juntos.

  • Vinícola de Tomelloso

Y para cerrar el reportaje, también el reportero, Luis Don Juan, comparte su fórmula: “Me tomo las doce uvas con mi familia, sentado en la mesa, y después brindamos con una copa de cava”. Porque si algo queda claro en Tomelloso, es que cada uno celebra a su manera… pero con uvas.

¡Feliz año nuevo, Tomelloso!

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