Tomelloso conmemoró hoy, jueves 9 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental —que se celebra mañana viernes 10— con un acto institucional centrado en cómo las emergencias y catástrofes impactan en las personas. Bajo el lema “Compartimos vulnerabilidad, defendamos nuestra salud mental”, intervinieron la presidenta de la Asociación Salud Mental Tomelloso–Puertas Abiertas, Mari Carmen Navarro; la directora general de Humanización y Atención Sociosanitaria, María Teresa Marín; y el alcalde, Javier Navarro Muelas, que presidió el acto y dio lectura a la proclama remitida por la Confederación Española de Salud Mental. También se leyó un manifiesto ciudadano y, al término, la fachada del Ayuntamiento se iluminó en verde y amarillo.
El Salón de Plenos se llenó de público y contó, además, con la asistencia de la concejala de Servicios Sociales, Elena Villahermosa; el gerente del Hospital de Tomelloso, César Moreno; miembros de la Corporación; familias, profesionales, representantes de colectivos locales y personas usuarias de recursos de salud mental. El ambiente fue cercano y participativo, con intervenciones que combinaron diagnóstico, petición de recursos y reconocimiento a quienes, desde el movimiento asociativo y los servicios públicos, sostienen la atención cotidiana.
Mari Carmen Navarro abrió el acto subrayando que “la salud mental es un derecho humano fundamental que debe ser protegido y cuidado en cualquier circunstancia”. Recordó el impacto emocional acumulado de los últimos años —la pandemia, la borrasca Filomena, la erupción de La Palma, los conflictos de Ucrania y Gaza, la DANA de 2024 o los incendios— y citó a la OMS: una de cada cinco personas expuestas a una emergencia desarrolla depresión, ansiedad o estrés postraumático. “No sólo hablamos de datos, sino de personas: vecinos que han perdido a un ser querido sin poder despedirse, familias que lo han perdido todo, jóvenes que ven su futuro con miedo o mayores que viven solos”, dijo. Reclamó “más recursos, más apoyos y el compromiso firme de todas las administraciones”, porque “la salud mental no puede depender del código postal”, y defendió que la reconstrucción emocional debe ir de la mano de la material desde el primer momento. “La ayuda mutua, el apoyo comunitario y el compromiso de la sociedad civil son la mejor medicina para las heridas invisibles”, añadió.
La directora general, María Teresa Marín, reforzó el enfoque humano del lema. “La vulnerabilidad nos hace humanos”, afirmó. “En cualquier momento nuestra vida puede romperse”. Reclamó que la empatía “no se quede en la sensibilidad, sino que nos mueva a la acción y a la compasión”, entendida como apoyo concreto y búsqueda de soluciones. Y lanzó un llamamiento a la responsabilidad de los medios y responsables informativos para evitar la sobreexposición: “La sobreinformación que no aporta datos y solo transmite falta de esperanza hace mella en la salud mental colectiva”.
El alcalde, Javier Navarro Muelas, dio lectura a la proclama de la Confederación Española de Salud Mental, que pone el acento en la vulnerabilidad de cualquiera ante crisis y emergencias. El texto incide en que el impacto no es solo físico, sino también emocional, y subraya que las personas con problemas previos de salud mental son especialmente vulnerables. De ahí la necesidad de impulsar planes de emergencia que contemplen sus necesidades, activar recursos de apoyo emocional y acompañamiento con intervenciones tempranas basadas en la escucha activa, y evaluar de forma sistemática el bienestar de la población tras cada emergencia mediante el mapeo de necesidades y la elaboración de planes de acción. Navarro apeló a la implicación de responsables públicos, agentes sociales, entidades no lucrativas, medios de comunicación, sociedades científicas, empresas y profesionales de la salud, la atención social, la educación, el empleo y el derecho, así como de toda la ciudadanía. E instó a participar en las actividades programadas “con el ánimo de visibilizar que la salud mental debe formar parte de los planes de prevención, intervención y reconstrucción de las crisis y emergencias frente a las que todas las personas somos vulnerables”.
En el capítulo más vivencial, el manifiesto leído por María Gómez Paulet, usuaria del Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral de Tomelloso (CRPSL), reclamó “transmitir el mensaje de que las personas no están solas, que existe un punto de apoyo, una tabla de salvación” y defendió que “la recuperación siempre es posible”. Propuso crear comunidades de aprendizaje para aprovechar la experiencia acumulada y elaborar guías específicas para abordar emergencias desde la perspectiva de la salud mental. Como recomendaciones para aliviar el malestar psíquico, el texto abogó por evitar la sobreinformación, compartir preocupaciones, exteriorizar emociones, descansar en la medida de lo posible y formar grupos de apoyo telemáticos.
Mari Carmen Navarro invitó a la ciudadanía a la cita cultural del fin de semana: “Este sábado os invito también a que queráis participar y venir a acompañarnos al Teatro Municipal. Hay una obra de teatro con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. La obra se llama ‘Locos’… es divertida y también nos hace reflexionar. Es a las ocho y media en el Teatro Marcelo Grande. El que queráis venir, pues ya sabéis, allí nos vemos. Muchas gracias a todos. Tras el acto se iluminó la fachada del Ayuntamiento con los colores verde y amarillo de la salud mental, un gesto simbólico con el que Tomelloso quiso reiterar su compromiso.
La programación con motivo del Día Mundial se completa el sábado 11 de octubre, a las 20:30 h, con “Locos”, del dramaturgo y director José Pascual Abellán, interpretada por Víctor Sevilla y Nacho Hevia, en el Teatro Marcelo Grande. Las entradas están a la venta en la Posada de los Portales, en www.giglon.com y en taquilla el día de la función, con precios de 14 euros en patio de butacas y 12 en anfiteatro. La obra, con humor e intensidad, invita a reflexionar sobre el estigma, la fragilidad humana y la necesidad de hablar abiertamente de salud mental.
