La Fiesta del Vino 2025 superó todas las expectativas y convirtió la Plaza de Toros de Tomelloso en un auténtico hervidero de público. Las entradas, más de 3.000, se agotaron en apenas unos días y, desde la apertura de puertas, se formaron largas colas de asistentes deseosos de disfrutar de una noche dedicada al vino y a la gastronomía local.
Participaron cinco bodegas de la ciudad: Viña Ruda, Bodegas Verum, Vinícola de Tomelloso, Virgen de las Viñas (con doble stand) y Casa Quemada, que ofrecieron una amplia gama de vinos que reflejaron la diversidad y calidad de la producción tomellosera.
La concejala de Promoción Económica, Rocío Valentín, se mostró emocionada con el éxito de la convocatoria y subrayó el esfuerzo colectivo para sacar adelante esta edición: “Llevamos muchísimo tiempo trabajando en esta fiesta con ilusión. El Ayuntamiento ha sufragado un 35% del vino porque entendemos el esfuerzo que hacen nuestras bodegas en la situación actual y queríamos apoyarles”.
Por su parte, el alcalde Javier Navarro ligó el acto a la identidad vitivinícola de la ciudad: “Tomelloso es lo que es gracias al trabajo de los agricultores y las bodegas. Este cambio de emplazamiento era muy demandado y va a ser un éxito, porque permite que más vecinos disfruten de una feria que ya se ha consolidado como referente”.
Las propuestas de las bodegas
Las bodegas participantes desplegaron una amplia variedad de propuestas que dieron cuenta de la riqueza vinícola de Tomelloso. Casa Quemada, de la mano de Ernesto, apostó por la sobriedad y el carácter de un tempranillo con 24 meses en barrica y dos años en botella, acompañado de un Sauvignon Blanc fresco, pensado para las altas temperaturas del verano. Por su parte, Virgen de las Viñas, con Enrique al frente, instaló dos stands diferenciados: en uno presentó la gama Lienzo, con su espumoso y el tinto de la marca, mientras que en el otro ofreció clásicos como el Tomillar Airén y un verdejo semidulce bajo la marca Soy Rocío, con el que buscan acercar el vino al público joven.
Desde Vinícola de Tomelloso, Agustín destacó la fuerte demanda de blancos y presentó el popular Torre de Gazate Verdejo, acompañado de un tinto roble, perfecto para quienes prefieren vinos con más cuerpo al final de la velada. En el caso de Bodegas Verum, Elías López explicó que este año optaron por traer dos de sus referencias más emblemáticas con motivo de su 20 aniversario: el espumoso Gran Cueva Chardonnay Brut Nature y el Reserva Familiar Tempranillo, procedente de viñas viejas y reconocido con numerosos premios. Por último, Viña Ruda, con Ramón como portavoz, mostró su perfil más innovador y enfocado al mercado internacional, con un Chardonnay fermentado en barrica y un tinto roble, su top de ventas, que ha conquistado a consumidores dentro y fuera de España.
Además, la Denominación de Origen La Mancha instaló un espacio didáctico con catas de colores, variedades como Airén y Tempranillo y un juego de aromas que atrajo a numerosos curiosos.
La velada contó también con propuestas gastronómicas de productores locales, como los quesos de trufa, romero y leche cruda de oveja de Quesos de Tomelloso, así como las berenjenas y aceitunas de Cano.
Con esta edición, la Fiesta del Vino se consolida como uno de los actos centrales de la Feria y Fiestas de Tomelloso, uniendo tradición, calidad y un ambiente multitudinario que confirma la fortaleza del sector vitivinícola de la ciudad.
