El Ayuntamiento de Tomelloso ha iniciado un expediente de disciplina urbanística contra el IRIAF (Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla La Mancha), dependiente de la Junta de Comunidades, a través de un Decreto, para la paralización y recogida de una plantación de brócoli que está desarrollando en suelo urbano de equipamiento público, en una parcela ubicada en la N-310, en su día segregada para la futura construcción de un pabellón ferial y cuyos costes satisfizo el Ayuntamiento.
Dicho Decreto ha sido dictado, explica el portavoz del equipo de gobierno, Benjamín de Sebastián, una vez constatada por parte de los técnicos del Consistorio la existencia de la plantación en la referida parcela. Según explica, una parcela cuyo uso como suelo de equipamiento urbano está previsto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y se corresponde, según el art. 208, con instalaciones “Docente, Sanitario-Asistencial, Deportivo, Socio-Cultural y Servicios Públicos de la Administración”.
Por tanto, no es “autorizable la plantación de cultivos con necesidades hídricas en grandes superficies por no ser autorizable el riego mediante conexión a la red de agua potable municipal ni la existencia de pozos en suelo urbano. El cultivo de plantaciones no se encuentra dentro de los usos autorizable en suelo urbano”.
El informe urbanístico emitido, explica de Sebastián, termina señalando que “se estima que se debe proceder a la retirada del cultivo ejecutado no autorizable, ya que el destino de la finca debe ajustarse a los usos previstos en el Plan General de Ordenación Urbana de Tomelloso, en su ordenanza de aplicación y al cumplimiento de los deberes recogidos en el planeamiento. No siendo posible su destino a otros usos no permitidos expresamente. Teniendo en cuenta que el uso detectado no se ajusta a las condiciones de sostenibilidad necesarias”.
El portavoz recalca que le llama específicamente la atención “que en una época de restricciones de agua para nuestros agricultores, la Junta utilice suelo urbano para un cultivo de grandes necesidades hídricas, utilizando, presumiblemente, agua potable, lo que será también investigado”.
En definitiva, afirma De Sebastián, la parcela en su día segregada de 5.000 m2 y propuesta para la construcción de un pabellón ferial, “que debía ser objeto de cesión por parte de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, ha sido destinada, y con ello paralizada la cesión, a la plantación de brócoli en suelo urbano de equipamiento público, a pesar de que la entidad pública IRIAF cuenta con más de 500.000 m2 a su disposición de suelo rústico colindantes”. Equipamiento público que, reitera el portavoz, habría de ser destinado a usos docentes (colegios, institutos, etc.), sanitarios (hospital, centro de salud, etc.) o socio cultural (pabellón ferial, por ejemplo), pero nunca a plantaciones de cultivos.