La Fundación Franz Weber ha lamentado que el Ayuntamiento de Tomelloso insista en el incumplimiento de las advertencias formuladas por el Comité de los Derechos del Niño acerca de la presencia de personas menores de edad en eventos taurinos.
Los naturalistas reclaman la retirada de las ofertas incluidas en una becerrada convocada para el próximo sábado y que permiten a menores de 10 a 14 años acceder por tan solo 5 euros a contemplar violencia explícita sobre animales.
La ONG, con estatus consultivo en este organismo internacional de especialistas en derechos de la infancia, ha advertido que el informe de evaluación a España de 2018 incluyó un texto muy claro al respecto de la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos.
Rubén Pérez, coordinador de la campaña Infancia Sin Violencia, señala: «Apelamos al Ayuntamiento de Tomelloso para sensibilizar a la ciudadanía acerca de las recomendaciones realizadas por el Comité de los Derechos del Niño, las cuales debería acatar e informar al conjunto de su población.”
“Nos preguntamos qué tipo de políticas públicas establece este Gobierno local para proteger a la infancia mientras colabora con las promociones dirigidas a estos grupos vulnerables para contemplar violencia real”.
La Fundación urge a las administraciones públicas implicadas, Ayuntamiento y Junta, a trabajar por la protección de la infancia y la adolescencia, instando la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que busque fomentar su acceso a actividades lesivas para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico.
Violencia real, refuerzo positivo y banalización del riesgo
En estas convocatorias se pueden ver las heridas provocadas sobre el bóvido, comportamientos y gestos asociados a un evidente sufrimiento y la muerte violenta de los mismos.
Además, los naturalistas explican que la presencia va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales.