El reciente fallo del Juzgado de Primera Instancia 68 de Madrid ha marcado un hito en la legislación española al dictar la primera indemnización por daños morales en un caso de custodia compartida de un animal. Si bien es cierto que desde hace unos años se conocen en España los primeros casos de custodia compartida de mascotas, la novedad en esta ocasión es haber logrado una indemnización.
Detrás de esta historia se esconde una tomellosera, aunque actualmente reside en Madrid. Marta Vega, la cuidadora afectada, recibió 600 euros como compensación por los 10 meses que estuvo separada de su husky siberiano, llamado ‘He-Man’, después de que su expareja rompiera unilateralmente el acuerdo de custodia compartida del perro. Lola García, fundadora del despacho Derecho & Animales, ha sido la abogada de Marta en este proceso que ha sentado un precedente en la defensa de los derechos de los animales en España.
En una entrevista con Marta a enTomelloso.com, ha relatado cómo vivió el proceso legal, que comenzó a principios de 2023. “Decidimos adoptar a He-Man en 2020, cuando aún estaba con mi pareja, y formaba parte de nuestra familia. Al romper la relación en 2021, acordamos de manera amistosa una custodia compartida: dos semanas cada uno con el perro”, ha explicado. Sin embargo, todo cambió en enero de 2023, cuando su expareja decidió retener al animal. “Durante 10 meses intenté que recapacitara, pero no hubo manera, no me permitió ver a He-Man”, ha comentado la tomellosera.
El impacto emocional que sufrió durante ese tiempo fue significativo. “Lo peor era la incertidumbre, no saber si volvería a verlo. Aunque tenía la esperanza de recuperar a mi perro, nadie te asegura que vas a ganar el proceso”, ha confesado. Finalmente, en octubre de 2023, tuvo lugar la primera vista, donde la jueza acordó un régimen de visitas provisional. “Cuando volví a ver a He-Man después de tantos meses, fue un alivio enorme”, ha comentado emocionada.
«ROMPER UN VÍNCULO CON UN ANIMAL NO DEBE SALIR GRATIS»
La sentencia final, emitida en septiembre de 2024, no solo establece la custodia compartida del perro, sino que también reconoce el daño emocional sufrido por Marta durante esos meses de separación. “Esta sentencia es pionera, no solo porque me otorga la custodia compartida de He-Man, sino porque reconoce que romper un vínculo afectivo con un animal no debe salir gratis”, ha expresado.
Además, Marta cree que esta sentencia puede ayudar a muchas otras personas en situaciones similares: “Va a servir de precedente. Si alguien pasa por lo mismo, tendrá el respaldo de una sentencia firme, que ya ha sido acordada y contra la cual no cabe recurso”. También anima a quienes se encuentren en circunstancias similares a dar el paso y luchar por sus derechos: “Es un proceso largo, pero merece la pena. Espero que no haya mucha gente en mi situación, pero si la hay, que no duden en seguir adelante”.
Para Marta, la convivencia con He-Man ahora es más que una victoria legal, es una forma de recuperar la normalidad. “Ahora tengo a He-Man conmigo un mes sí y otro no. Para mí, supone todo, porque ambos somos responsables de él. Esta sentencia no solo es justa para mí, sino también para los derechos del propio animal”, ha defendido.
La tomellosera ha aprovechado la ocasión para lanzar un mensaje claro a quienes aún consideran a los animales como objetos: “Mi perro es como un hijo, y aunque hay personas que no lo entienden, lo único que pido es respeto. Los animales no son herramientas para hacer daño a nadie, son miembros de la familia y debemos ser responsables con ellos”.
Este caso, además de visibilizar la importancia de los vínculos afectivos entre personas y animales, abre la puerta a una evolución legal que permitirá, en el futuro, un mayor reconocimiento de los derechos de los animales en situaciones de ruptura familiar.
