La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha asegurado a los rectores que van a contar con «toda» la financiación para poner en marcha la Ley de Universidades.
«En un país donde hay más gente que nunca trabajando, donde la temporalidad ha bajado a mínimos, -estamos hablando de un 12 por ciento en temporalidad-, la temporalidad en las universidades es del 49 por ciento. Uno de cada dos profesores en nuestras universidades tienen un contrato temporal. La ley lo que hace es obligarnos a arreglarlo», ha explicado.
La ministra ha afirmado que esta situación «viene de las épocas de recortes, de la austeridad». «Hemos puesto 3.400 plazas, 150 millones de euros encima de la mesa. Y ahora vamos a cerrar esos convenios con las comunidades autónomas. Esperemos que las comunidades autónomas hagan lo suyo y pongan el resto de financiación y podamos ayudar a las universidades a hacer lo propio», ha manifestado, al tiempo que ha expresado sus «dudas» en algunas comunidades autónomas, como la madrileña.
En este sentido, Diana Morant ha criticado el borrador de la nueva ley universitaria de la Comunidad de Madrid. «Es una ley que, para nosotros, es una verdadera amenaza. Yo la he definido como la agenda oculta de la señora Isabel Díaz Ayuso para privatizar la universidad y en ella vuelve a maltratar financieramente a las universidades», ha dicho.
«La Comunidad de Madrid financia un 21 por ciento por debajo de la media española por alumno a sus universidades. La financiación ahora está en el 0,41 por ciento cuando la media es del 0,55 por ciento del PIB en la media de nuestro país y nos preocupa esta privatización que está sufriendo la Comunidad de Madrid, precisamente por la falta de financiación por parte de la Comunidad», ha subrayado.
Finalmente, ha reivindicado el papel de la ciencia en cuestiones como la lucha contra el cambio climático, los incendios forestales o cualquier tipo de emergencia, y ha mostrado su preocupación ante los bulos. «El negacionismo de la ciencia cala», ha afirmado, para después señalar que el Gobierno está preocupado por que «el Partido Popular se ha visto contagiado por ese negacionismo de Vox».