El mundo rural y agrario ha dado un giro de 180 grados en las últimas dos décadas, en las que la globalización, la ecología y la tecnología han generado nuevos problemas y nuevas soluciones a un sector fundamental e imprescindible. La población mundial ha superado ya los 8.000 millones de personas, el doble que hace exactamente 50 años, lo que supone que, aplicando un algoritmo matemático de crecimiento, se duplicará en menos de 30 años. Este espectacular aumento demográfico ha supuesto un grave problema alimentario y ecológico que necesita ser resuelto, pero eso conlleva muchos problemas y retos que superar.
El sindicato agrario ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) lleva 35 años representando al mundo agrícola español. Este sindicato nació como consecuencia de los problemas del campo con la entrada de nuestro país en la UE. Durante ese periodo, el campo español ha evolucionado de forma espectacular, pero los nuevos tiempos han generado un sector que se tiene que dinamizar y actualizar continuamente.
En Tomelloso y toda nuestra zona, esa evolución ha sido enorme en los últimos 35 años, y ASAJA ha estado siempre ahí con el mismo espíritu que la generó. Ahora tiene una nueva junta directiva, con gente preparada y muy consciente del trabajo que ha de hacerse. Hemos hablado con Emilio Cepeda, el nuevo presidente que hace un mes sustituyó a Fernando Villena, y nos ha hablado de los nuevos retos del campo.
Pregunta: ¿En qué año se presenta ASAJA a nivel nacional y cuáles son sus señas distintivas?
Respuesta: Se presentó a nivel nacional en 1989. Representamos a más de 250.000 afiliados y más del 60% de la producción agraria en España. Nuestro compromiso con los agricultores y agricultoras de España es principalmente la defensa y visibilidad de sus explotaciones agrarias, trabajando por el desarrollo económico y profesional.
P: ¿Cuáles son los proyectos, líneas de actuación y de gestión de la nueva junta directiva?
R: Trabajaremos para fomentar la formación profesional, técnica, social y cultural de nuestros socios, asegurando que estén al frente de las innovaciones y desafíos que el futuro nos depare. Considero que a través de la educación conseguiremos ponernos al frente en los cambios, para evitar así la frustración y el miedo que conlleva la Agenda 2030. Uno de los proyectos a corto plazo será reubicar la sede en Tomelloso y realizar charlas informativas sobre las ventajas y privilegios de ser socio de ASAJA, además de realizar cursos formativos sobre la Agenda 2030.
P: ¿De qué manera la tecnología ha cambiado el mundo agrario a nivel profesional?
R: La tecnología ha revolucionado la agricultura profesional, introduciendo avances como la automatización y la robótica, que han incrementado la eficiencia y la sostenibilidad. La implementación de sistemas inteligentes y la agricultura de precisión ha permitido un manejo más efectivo de los recursos y una mejora en la productividad. Estos cambios tecnológicos están guiando al sector hacia un futuro más próspero y respetuoso con el medio ambiente.
P: ¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan actualmente los agricultores y ganaderos de nuestra tierra?
R: En la actualidad, el sector agropecuario español se enfrenta a desafíos críticos que incluyen la urgencia de adoptar prácticas ganaderas más ecológicas, la necesidad de mejorar la economía del sector para atraer a jóvenes, la importancia de incrementar la productividad y rentabilidad, la atención a la salud animal y la reducción de la dependencia de importaciones. Estos retos demandan un enfoque innovador y un compromiso sólido para garantizar la prosperidad y sostenibilidad de la agricultura y ganadería nacionales.
P: La mayoría de la producción agrícola en nuestra zona se centra en la vid, además de los hortofrutícolas (melón, sandía), almendro, pistacho y olivo. ¿Cree que se deberían diversificar más los cultivos?
R: Considero que la diversificación de cultivos es una estrategia valiosa. Aunque nuestros cultivos tradicionales como la vid, el olivo, el melón y la sandía son esenciales para nuestra economía local, explorar nuevos cultivos puede ofrecer ventajas como una mejor salud del suelo y una mayor resistencia a las enfermedades de las plantas. Además, puede proporcionar una protección económica contra las fluctuaciones del mercado y los impactos del cambio climático. Por tanto, apoyo la idea de diversificar nuestra producción agrícola para fortalecer la sostenibilidad y resiliencia de nuestra agricultura.
P: ¿Cuál sería la estrategia para eliminar la competencia desleal de los productos extracomunitarios?
R: Para asegurar que nuestros productos agrícolas no se vean desfavorecidos frente a los importados de fuera de la UE, es esencial que todos cumplan con las mismas normativas. Los consumidores deben tener acceso a información transparente sobre el origen y la fabricación de lo que adquieren. Las importaciones deben estar sujetas a las mismas regulaciones de calidad y seguridad que los productos locales. Un etiquetado claro es crucial para garantizar esta transparencia. La calidad excepcional de nuestros productos es, sin duda, nuestro distintivo más fuerte. Además, es fundamental contar con el respaldo de las autoridades nacionales y europeas para asegurar un comercio equitativo y sancionar cualquier infracción. Con estas medidas, podemos proteger la competitividad de nuestra agricultura y ganadería.
P: Por último, le quiero plantear una cuestión polémica: ¿Son realmente una ayuda efectiva las subvenciones de la PAC o es un arma de doble filo que acabará con la cultura agrícola?
R: Las subvenciones de la PAC son fundamentales para el sector agrario, proporcionando apoyo para la modernización y la sostenibilidad. Aunque son beneficiosas, es vital que se distribuyan de manera equitativa y que no generen una dependencia que pueda comprometer la viabilidad futura de la agricultura tradicional. Es esencial fomentar una cultura agrícola resiliente y autónoma, complementada por políticas que aseguren un uso efectivo de estas ayudas.