En el municipio manchego de Tomelloso, Carmen Gijón representa una historia única de superación y pertenencia en la comunidad a través de su pasión por el atletismo y de la empatía, solidaridad y compañerismo que destila su club, “Los Pieles Run”.
Carmen forma parte del proyecto «Mi Casa. Una vida en Comunidad,» que impulsa Plena inclusión a través de la Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad (AFAS) en Tomelloso y que va dirigido, preferentemente, a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo que tienen grandes necesidades de apoyo.
Se trata de un proyecto de innovación social que propone una nueva vida para estas personas en viviendas normalizadas. Una vida en la que puedan relacionarse con sus vecinos, ir a los comercios, disfrutar de su ocio y, en definitiva, vivir en comunidad.
En esta vida plena y compartida en comunidad, Carmen tiene muy claro que el atletismo y, sus compañeros de club, juegan una importante baza. Su historia se entrelaza desde hace tiempo con el atletismo, habiendo sido reconocida como atleta del equipo “Los Pieles Run» de Tomelloso el pasado viernes 17 de noviembre.
A través del club de atletismo Manchathon y del Ayuntamiento de Tomelloso, Carmen ha sido homenajeada por su “dedicación y constancia en el deporte”. «No importan los tiempos, sólo las personas,» es el lema que impulsa al equipo de Carmen, donde la inclusión y la amistad son los pilares fundamentales, “aquí nadie se queda atrás”, mantienen.
Además, este club destaca por su participación en diversas causas solidarias, desde apoyar a Cruz Roja durante la pandemia hasta destinar fondos a AFANION y otros proyectos en beneficio de la sociedad. La inclusión es un principio central, demostrado a través de la colaboración con deportistas con discapacidad, incluida la propia Carmen Gijón.
Carmen, a lo largo de su evolución en el club, ha superado barreras personales con gran determinación y sacrificio. Desde simples caminatas hasta participar en eventos deportivos de mayor envergadura como el 5 y 10K.
Su historia es un testimonio de perseverancia y disfrute personal en el que AFAS, la comunidad y su club la respaldan a cada paso y la impulsan mucho más allá del atletismo, desafiando estigmas y construyendo lazos de amistad y entendimiento de los que perduran siempre.