El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha recomendado a los independentistas catalanes que tengan dudas de si la amnistía es constitucional leer las actas de los debates de la ponencia constituyente de la Carta Magna, algo que el Tribunal del ramo hace cuando tiene «alguna duda». Así, ha reivindicado que «cuando se habla de amnistía», hay que tener claro que queda fuera de la Carta Magna, y si no está es «porque se debatió y se descartó en los debates constitucionales».
«Y si al constituyente le llegan a decir que hay un modelo de autoamnistía, eso no cabría en ninguna futura constitucional posible en el universo», ha añadido.
Ha sido en este punto en el que ha hecho referencia al hecho de que solo el 4 % de los miembros del denominado Consell de la República haya votado en una consulta pública mostrándose partidarios de bloquear la investidura.
«A lo mejor ha votado el cien por cien, y lo que pasa es que no hay tantos apuntados», ha ironizado, apuntado que «es curioso» como la Generalitat paralela considera que el 96% que no ha votado «es un aval para que hagan lo que quieran».
En todo caso, ha comentado, en referencia a la amnistía, que «cuando un acuerdo, o una cosa, necesita mucho tiempo para que se pueda explicar, empieza a ser ya mal acuerdo». «Y luego, hay acuerdos literalmente inexplicables e inconfesables, eso forma parte de un método de trabajo que conduce a la melancolía», ha dicho.
Para García-Page, en los grandes desafíos cuando la sociedad es poliédrica, hay gente que «coincide con PP en política sobre la Iglesia y no sobre política internacional». «La realidad tiene que ser mucho más plural, los grandes problemas se han arreglado con un gobierno porque la oposición lo ha entendido bien».
En este sentido, ha considerado que «a lo mejor» cabe la pena pensar que el desafío territorial «se arreglará cuando la derecha enfoque la pluralidad territorial del país sabiendo que la izquierda lo va a apoyar».
UNA REGIÓN «SERIA»
Asimismo, el jefe de Ejecutivo regional ha justificado el hecho de «pactar cuando no tienes más remedio» y ha desdeñado los pactos cuando no son necesarios. «Con nuestra mayoría pactamos con todo el mundo, no hay manifestaciones detrás pidiendo, porque forma parte de nuestro metabolismo».
De este modo, ha defendido el método «a la manchega», con un Estatuto de 41 años de vida, en una región en la que no se está «todo el día apelando a elementos prestatutarios». García-Page ha destacado que en su región no le faltan «banderas, ni medallas, ni historia, ni cultura», pero ha defendido que la ciudadanía comprende el concepto de Autonomía, porque asume que es un hecho irreversible porque «la vida le va mejor».
Para García-Page, Castilla-La Mancha se puede explicar como «una región seria, que se plantea objetivos abarcables, realistas, y que se esfuerza en cumplirlos», en una Comunidad Autónoma que hace esfuerzos para «discernir los intereses generales de los intereses de partido».
Lo que se practica en la región es «un modelo» que él representa, una «socialdemocracia no fanática». «Aquí apostamos por ese modelo en una economía que tiene que ser productiva y competitiva, no de subsidio. Y en ese modelo en el que nos entendemos aplicamos un sistema de redistribución que es el papel que en conjunto se adjudica a los poderes públicos», ha dicho.
Ha recordado cómo en algunas instituciones «se caciqueaba» en el pasado, con cheques que «se soltaban» a alcaldes, algo que en la región «ha ocurrido». Pero, ahora, en el 90% de todo el gasto presupuestario, hay arbitrio, y no ha voluntad ni capricho».
García-Page ha mezclado este extremo con la «forma de entender región» que hay en su tierra, donde los agentes sociales «forman parte de la estructura periférica del Gobierno». «Es mejor ser hijo de nuestro pasado y padres de nuestro futuro», ha dicho parafraseando a Miguel de Unamuno.
Como ejemplo de la marcha de la región, ha puesto la presentación de los presupuestos regionales para 2024, algo que «empieza a ser excepción en España», unas cuentas que, ha ensalzado, tienen «déficit cero» y blindan y hacen crecer la inversión social.
García-Page ha presumido de que en Castilla-La Mancha «las prioridades están a salvo» pero se han evitado «caprichos» ya que el escenario que viene «no va a ser fácil».
«Hemos ido sorteando lo peor de una crisis, pero hay un empeño evidente en Europa por enfriar la economía y eso no puede derivar en grandes crecimientos económicos. Es mejor tener prudencia, es lo que estamos planteando.
EVITAR BLOQUEOS ELECTORALES
En otro orden de cosas, ha señalado que, si hay gobierno y finalmente se plantea una reforma de la Constitución, sería recomendable buscar fórmulas para evitar bloqueos electorales o investiduras que requieran de pactos múltiples.
Ha puesto el ejemplo de Castilla-La Mancha, donde en caso de no haber mayoría parlamentaria a los dos meses de elecciones gobierne la lista más votada.
«Hay modelos que se cierran para que no se esté permanentemente en un caos que no es culpa de nadie pero responsabilidad de todos», ha dicho.
LA UCLM MIRA AL FUTURO
De su lado el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Julián Garde, ha dado la bienvenida a la sede de la Institución universitaria que representa destacando que ésta mira «al futuro» por su función de formación a los jóvenes.
Ha precisado que este año es el más alto de la historia en cuanto a matrículas, con 70 grados o dobles grados y con más de 1.600 estudiantes de nuevo ingreso, con los cuatro nuevos grados de Ingeniería Biomédica, Física, Matemáticas y Biología.
Garde ha puesto el foco en la investigación, punto clave para estructurar el territorio, poniendo en valor que este año la Universidad regional es el que más cuantía económica han conseguido en convocatorias competitivas de innovación, citando algunos proyectos como el primer proyecto de Consejo Europeo de Ciencia o el primer máster dual en energía renovable.