El pasado fin de semana la Hermandad de la Virgen de las Viñas vivió momentos de profunda espiritualidad y unión durante su peregrinación a Torreciudad y Zaragoza. Un grupo de 80 devotos se embarcó en este viaje, marcado por la fe y la devoción.
El sábado, los peregrinos fueron cálidamente recibidos en el Santuario de Torreciudad por su rector. Allí, realizaron una solemne procesión mariana con un cuadro de la Virgen, donación de Manoli Jiménez Sobrino, que ahora se exhibe en el museo del santuario para la veneración de los miles de visitantes anuales. La eucaristía, celebrada en el impresionante altar del santuario, estuvo a cargo de su consiliario, D. José Ángel Martín Acosta. Posteriormente, el grupo tuvo la oportunidad de visitar Barbastro.
El domingo, la jornada estuvo dedicada a Zaragoza, con una especial visita a la Basílica del Pilar. Allí, el consiliario también concelebró una misa, durante la cual se ofrecieron oraciones por la causa de Ismael de Tomelloso. Además, se dejaron estampas de la patrona y de Ismael para su veneración. Cabe destacar la presencia y compañía de miembros de la Junta Directiva de la causa de Ismael de Tomelloso durante esta peregrinación.
Este viaje, más allá de ser una experiencia religiosa, ha sido un momento de convivencia y hermandad, fortaleciendo la devoción a la Virgen de las Viñas y apoyando la beatificación de Ismael de Tomelloso.