El secretario general de UPA Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, se ha reunido con el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, y el delegado provincial de Albacete, Ramón Sáez. Han estado acompañados por ganaderos de toda la región, aprovechando la sectorial de Ovino y Caprino que la organización agraria ha celebrado en Albacete; y han aprovechado para recordarle lo que muchos de ellos califican como “el peor año que recuerdan. Un año que podría acabar con muchos ganaderos”.
La sectorial de Ovino y Caprino de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha se ha reunido de manera previa para abordar con el Consejero una serie de cuestiones y situaciones que les vienen atormentando y condicionando. Entre otras, la situación generada tanto por la tuberculosis, la lengua azul, la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) o la viruela; así como el saneamiento posterior derivado de estas enfermedades.
Cabe recordar que, dentro de las medidas para la erradicación de la tuberculosis se controló a los rebaños caprinos con unas condiciones específicas, con lo que ello supuso de perjuicio. Los propios ganaderos le han explicado esta situación al Consejero aludiendo, además, a la problemática derivada de las ayudas y el reparto de las mismas. En este sentido, desde la Consejería se han comprometido a estudiar a nivel presupuestario cómo reorganizar las ayudas para que recaigan de manera más justa entre los ganaderos.
Otro de los aspectos fundamentales, a la hora de las pérdidas que se han ocasionado con la pérdida de ganado, es la reclamación que hizo UPA hace unos meses; considerar el lucro cesante por pérdida parcial o total de la producción tras un vaciado sanitario. Y es que los ganaderos están viviendo una complicada campaña que se tuerce un poco más tanto por las enfermedades ya conocidas, como las nuevas enfermedades que están apareciendo y poniendo contra las cuerdas al sector; cosa que ha quedado patente tanto con la tuberculosis como con la viruela.
Pero no son solo las enfermedades, sino la situación coyuntural que afecta a todo el sector, de sobrecostes y elevados precios de la alimentación, agudizan más el perjuicio que sufren y condicionan su viabilidad. Si a ello le unimos que, en muchas ocasiones, los ganaderos de leche no pueden vender con normalidad, el futuro se ve mucho peor todavía. Dentro de las competencias que corresponde a la Consejería, se va a hacer un seguimiento exhaustivo, tal y como ha solicitado UPA, de la ley de la Cadena Alimentaria.
Todo ello sin olvidar las propuestas que UPA ha hecho tanto al Ministerio como a la Consejería para la próxima PEPAC, pues son necesarias mejoras, como ya ha alegado la organización agraria desde que concluyera el periodo de presentación de la PAC. Así, de cara al nuevo proceso, es necesario que los ganaderos de ovino y caprino sin pastos puedan volver a percibir la ayuda a niveles similares a los que recibían hasta el momento, pues en la última reforma han sufrido un desajuste económico terrible.