Pilar Rubio, concejala de Bienestar Social, Familia, Salud y Políticas de Igualdad, junto a María Luisa Serrano, asesora jurídica del Centro de la Mujer municipal, ha dado a conocer la iniciativa que pondrá en marcha el Ayuntamiento de Argamasilla de Alba dentro de la campaña: “No es diversión, es agresión”; de carácter informativo y preventivo, en el marco de las próximas Feria y Fiestas, programadas del 2 al 7 de septiembre.
El objetivo central de esta iniciativa, informaba la concejala, es abordar la problemática de la sumisión química y proporcionar herramientas para prevenir posibles situaciones de riesgo, enfocadas en la protección de todas las personas, especialmente las mujeres jóvenes. Este enfoque busca salvaguardar a las asistentes de posibles agresiones y abusos, aprovechando tanto el ambiente festivo como los actos multitudinarios característicos de estas celebraciones. En este contexto, Pilar Rubio y María Luisa Serrano han destacado la importancia de crear un entorno seguro y consciente durante la celebración de las fiestas.
«Hemos considerado importante lanzar esta campaña, que se enmarca dentro de las competencias asignadas a las entidades locales en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género de este año. La campaña se llama ‘No es diversión, es agresión”, informaba la concejala que continuó diciendo: “La sumisión química implica el uso de drogas para manipular o alterar el comportamiento de las personas. En el caso del agresor, el objetivo al emplear sustancias químicas es cambiar el estado emocional de la persona, controlar en cierta medida su conducta, acciones y pensamientos, e incluso generar una dependencia física y psicológica”, subrayó Pilar Rubio.
Por lo tanto, desde la Concejalía de Igualdad se considera muy importante abordar este problema en nuestras festividades y llamar la atención sobre la sumisión química, que tiene como fin principal la comisión de agresiones sexuales hacia las mujeres en la mayoría de los casos.
La campaña incluye una carta informativa dirigida a los establecimientos de ocio nocturno, tanto los instalados en la localidad como en la verbena popular, los chiringuitos de la zona joven y la barra del vermú.
La campaña incluye la distribución de vasos reutilizables con mensajes informativos y de prevención en bares, chiringuitos y otros lugares de ocio nocturno instalados en el recinto ferial y en la localidad. Además, se proporcionarán, junto a al vaso y una pajita, unas tapas con los lemas: ‘Stop sumisión química” y “Stop agresiones sexuales”; enfocados a informar y sensibilizar a la población.
María Luisa Serrano ha indicado que, además de adquirir los vasos reutilizables que se entregarán en los lugares de ocio nocturno, se situará un punto violeta cerca de los chiringuitos y la zona de botellón para proporcionar información y apoyo a los jóvenes que lo necesiten. Los vasos serán distribuidos gratuitamente, y se espera que la colaboración de aquellas personas que hagan uso de ellos que los aprovechen bien, puesto que son reutilizables, y sean desechados en los espacios debidamente en papeleres y contenedores.
María Luisa Serrano ha señalado que, además de adquirir vasos reutilizables que se entregarán en los locales de ocio nocturno, se establecerá un punto violeta en las inmediaciones de los chiringuitos y la zona de botellón. Esto tiene como propósito brindar información y apoyo a los jóvenes que lo necesiten. Los vasos serán distribuidos de forma gratuita, y se espera que las personas que los utilicen colaboren cuidándolos adecuadamente, ya que son reutilizables, y los desechen en los contenedores y papeleras que hay por todo el recinto ferial y en las calles de la localidad.
¿Qué es la sumisión química?
La sumisión química es un fenómeno en el cual se administran sustancias químicas a una persona sin su consentimiento ni conocimiento, con la intención de alterar su estado de conciencia, comportamiento o voluntad. En su mayoría, este acto delictivo está asociado a abusos sexuales, siendo las mujeres jóvenes las más afectadas. En las últimas décadas, la incidencia de este problema ha aumentado considerablemente, generando un impacto preocupante en la sociedad.
El uso de sustancias para cometer agresiones sexuales es un acto criminal y sumamente preocupante, ya que la víctima se encuentra en una posición de vulnerabilidad extrema y puede tener dificultades para recordar lo que ocurrió debido a los efectos de la sustancia. La sumisión química es una violación de la integridad personal y de los derechos humanos.