Miles de viticultores han comenzado en las últimas semanas la vendimia en Castilla-La Mancha, donde se afanan en la recolección de la uva que irá destinada a producir los vinos más apreciados en los mercados nacionales e internacionales.
Los viñedos castellanomanchegos centran toda la actividad del campo estos días, donde el trasiego de tractores y cosechadoras mecánicas pone de manifiesto que las vendimia está a pleno rendimiento y dos de sus viticultores, Javier y Patricia Muñoz de Cuerva atienden a EFE para relatar este proceso.
Javier y Patricia, primos hermanos, bodegueros y copropietarios de Bodegas Naranjo, que tiene su sede en Carrión de Calatrava (Ciudad Real), representan la sexta generación de una familia dedicada a la producción de vino en La Mancha.
Ellos, al igual que muchos otros viticultores se encuentran inmersos en el momento más importante del año, la recolección de la uva de la que saldrán los vinos que podrán en el mercado español y del resto del mundo.
Y es que, en las bodegas y cooperativas regionales se vive una actividad frenética, donde no paran de recepcionar miles de kilos de uva, que se cuidan con esmero para procesarla lo más rápido posible, porque, cuanto antes se haga, mejor será la calidad del vino.
Javier Muñoz de la Cuerva no para de revisar en cada viña el momento de maduración en el que se encuentra la viña, que es lo fundamental para poder elaborar un buen vino, según explica a EFE.
Como muchos otros viticultores, han comenzado la vendimia unos diez días antes que otros años, pues las altas temperaturas que hubo en primavera adelantó la brotación de la viña y, desde entonces, su ciclo ha evolucionado anticipadamente.
Las variedades más tempranas como la Chardonnay, sauvignon blanc, moscatel de Alejandría o las variedades de grano menudo ya han entrado en su bodega, y observan con detenimiento cómo evoluciona las uvas tintas y la variedad airén, la más extendida en La Mancha.
CULTIVAR EN TERRENO VOLCÁNICO
Estos primos se muestran muy satisfechos con la calidad que este año presenta sus uvas, que se encuentran amparada bajo la Denominación de Origen (DO) La Mancha, pero, que tienen la particularidad de cultivarse en un terreno de origen volcánico como es el Campo de Calatrava.
Las uvas de esta comarca pueden convertirse en una DO distinta por ciertas particularidades, ya que se producen en un terreno volcánico: «De ahí que estemos avanzando en conseguir que la comarca del Campo de Calatrava tenga esta distinción propia», explican.
«Este terreno tiene unas características muy especiales dentro de la inmensidad que es la DO La Mancha, lo que lleva a querer ponerlo en valor de manera distinta», comentan.
Mientras esto ocurre, ambos se afanan en elaborar un buen vino, y para ello, detallan, lo principal es contar desde la viña con una buenas uvas a las que sacarles su máximo potencial, para no ser alterarlas en la bodega y obtener un vino más natural y mejor posible.
Ambos esperan que esta campaña de vendimia vuelva a dejar en sus barricas un vino excepcional, con el que volver a conquistar a sus clientes, prolongando así el trabajo de una bodega tan longeva como la suya.
A pesar de todo este esfuerzo, la Denominación de Origen (DO) La Mancha prevé una producción de uva entre un 20 y un 25 por ciento menos que la pasada campaña de vendimia.
Según su presidente, Carlos David Bonilla, las previsiones de producción no son muy optimistas, ya que se espera una merma en la cosecha con respecto a la vendimia de 2022, en la que ya se registró una «corta de producción»