El presidente de Castilla-La Mancha y candidato a la reelección, Emiliano García-Page, se ha comprometido este martes a aprobar la próxima legislatura, si gana las elecciones, un plan regional de regadíos que ponga en regadío eficiente, «gota a gota», sin gastar más de la cuenta 25.000 hectáreas en Castilla-La Mancha.
Desde la localidad de Montiel (Ciudad Real) en un encuentro abierto con la ciudadanía, García-Page ha asegurado que ahora algunos, con la sequía, «y con lo que pasa en Doñana», dirán: «olvidaros», pero se trata -ha apuntado- que «no nos puedan decir que aquí no necesitamos el agua porque no la usamos y que tiene que ir donde la usan». «Pues no, la vamos a usar aquí para beber pero también para regar; tenemos que tener derecho a que se inviertan las cosas», ha pedido.
«Cómo puede ser que Castilla-La Mancha tenga una hectárea de regadío por cada dos de secano y, sin embargo, donde va el agua, que es más seca todavía que Castilla-La Mancha, por ejemplo a Murcia o a Alicante, haya dos hectáreas de regadío por cada una de secano. Vamos a darle la vuelta, por lo menos que tengamos tanto regadío como secano; ese es el objetivo», ha abundado García-Page.
Hablando de agua, el candidato socialista ha criticado a la expresidenta regional María Dolores de Cospedal y al candidato del PP a la Presidencia de la Junta, Paco Núñez, por hacer «todo lo posible» para que el agua «en vez de estar» en Castilla-La Mancha, «esté fuera», por eso, ha bromeado, estos dos dirigentes ‘populares’ «se merecen esculturas en Murcia».
«Ahora que viene la sequía muchos se acordarán, pero con sequía o sin ella, el agua se lo llevaban», ha afeado.