Estimada familia del Centro San Rafael:
Con cierta serenidad, que solo el paso del tiempo se atreve apaciguar, aunque desde el dolor y la tristeza por la despedida inesperada de un padre y esposo, dirigimos estas palabras al personal que trabaja cada día en vuestro centro.
Estos días se cumplen 9 años desde que nuestro padre, salía de la consulta del hospital, con un diagnostico desconcentrarte como era Deterioro Cognitivo Leve. Ahí empezó nuestro particular VIACRUCIS. A esa incertidumbre del inicio, que a todo familiar que pasa por ese momento lo vive con cierta ansiedad, ante el desconocimiento de cómo actuar, se une la preocupación de lo que puede ser el desarrollo de esa enfermedad.
Ahí apareció el Centro de Dia San Rafael. Desde el primer momento, tanto por su directora Gema, como Inés, se brindaron a facilitarnos toda la información necesaria, y sobre todo a canalizar todas las emociones que iban apareciendo en el día a día. Con cariño, serenidad, mucho afecto, y sobre todo paciencia, nuestra madre fue aceptando un reto que le superaba, y que por el contrario nuestro padre parecía asumir con la tranquilidad y sosiego que le caracterizaba, sin alterarse. Ese mismo año en septiembre, empezó a ir con su bicicleta en días alternas a sesiones al centro.
Desde ese momento, y hasta la fecha, nuestro padre ha ido rigurosamente, sin apenas perder, salvo excepciones, con mucha alegría y sobre todo muy feliz, cada día a su “colegio”. Fue pasando de ESTACION en ESTACION, con la serenidad de aceptar lo que estaba viviendo. Era inmerso el cariño, que profesaba, sin jamás quejarse, y siempre con su sonrisa, que delataba su felicidad en su estancia, en su día a día y en sus actividades realizadas en el centro. Y eso iría en sintonía con el exquisito trato recibido desde sus primeras terapeutas, cuidadores, fisioterapeuta, auxiliares, personal de limpieza, etc….. Por todo ello, y a todos, MUCHAS GRACIAS.
Sirvan estas palabras de nuestro mas sincero agradecimiento por el trato recibido, por todos los cuidados dispensados, por haber echo estos años más fáciles, sobre todo para nuestra madre, y por el ejemplo que sois para muchas familias que con sus dudas e incertidumbres acuden al centro en busca de soluciones, pero en realidad de una palabra amiga, de un abrazo fraterno.
Vuestra presencia hará que nuestro padre RESUCITE, al igual que en cada uno de los que lo conocimos, y que viva ETERNAMENTE entre nosotros con su sonrisa.
Sirvan estas palabras como reconocimiento a toda una labor de AMOR entregado,
Mari, Alejandro y Ángel