El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado este martes una resolución para instar de urgencia al Gobierno central a modificar «cuanto antes» las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura.
«Se ha aprobado un nuevo plan que establece unos parámetros distintos y no podemos seguir conduciéndonos por una normativa que ya es ilegal», ha señalado el presidente regional, Emiliano García-Page, en un acto en Toledo.
Según ha abundado, hay una nueva Ley y hay que adaptar los reglamentos de las leyes para que la modificación de las reglas de explotación del trasvase no tenga que esperar un año. «Vamos a promover las reuniones urgentes con el Gobierno y los consejos que tienen que hacer la modificación de ese plan», ha añadido.
El jefe de Ejecutivo autonómico se ha referido al memorándum «de la vergüeza» que se firmó en época de María Dolores de Cospedal y que se ha «dinamitado» con la modificación del Plan del Tajo. «Ahora tiene que llevarse a la práctica con las reglas de explotación, no sea que alguien quiera agarrarse a la letra pequeña para seguir haciendo de su capa un sayo».
«Hoy el Gobierno regional cumple una vez más, y lo hace en compromiso de los acuerdos firmados sobre agua unánimemente en la región y sabiendo que es la forma de proteger a nuestros regantes y para que no falte agua como recurso elemental y para que se instalen empresas», ha zanjado.
EL PAPEL DE LAS CONFEDERACIONES
De otra parte, García-Page ha adelanatdo que la próxima legislatura planteará una iniciativa para cambiar «por completo» el papel que desempeñan las confederaciones hidrográficas. «Consideran los ríos suyos, multan a todo el mundo y cuando llegan momentos duros miran para otro lado», ha lamentado.
«Habrá que dar una pensada grande y en los próximos años llevaremos a la Conferencia de Presidentes una reflexión profunda sobre las confederaciones y la gestión del agua en las distintas administraciones», ha argumentado.
Por último, García-Page ha calificado como una «bobada» que se haya criticado que Castilla-La Mancha deja que el agua del Tajo desemboque en Lisboa. «Al margen de que la Ley lo obliga, es desconocer que el Tajo donde sufre es en su zona media».
«¿A qué viene hacer esa demagogia? ¿Por qué no lo plantean del Duero, que desemboca en Oporto», se ha preguntado el presidente castellanomanchego.