España se encuentra entre los países occidentales con mayor porcentaje de mujeres médicas (57 % en 2020), muy por encima de los registrados en otros países con Estados del Bienestar con una trayectoria histórica más larga (como Alemania y Francia) o más desarrollados, como los nórdicos, conocidos por la elevada ocupación de las mujeres en la prestación de servicios públicos de bienestar, según un estudio llevado a cabo por Funcas con motivo del Día Mundial de la Mujer Médica, que se celebra este sábado 11 de febrero.
Según la estadística de profesionales sanitarios colegiados, antes de 1965 el número de médicas colegiadas en España no llegaba al millar. Ese año lo superó (1.044), pero la cifra aún era muy inferior a la de médicos varones (38.665). Solo algo más de medio siglo después, en 2017, las colegiadas (127.979) superaron por primera vez a los colegiados (125.817).
Además, los datos de la Encuesta de Población Activa muestran cómo ha ido consolidándose el predominio femenino en la profesión médica desde principios de este siglo. En el año 2000, por cada 100 hombres que declararon ejercer la medicina, lo hicieron 65 mujeres, mientras que en 2022, el número de ellas se había disparado hasta 149.
En algunos grupos de edad, ese desequilibrio a favor de las mujeres resulta todavía mayor: entre los médicos de 35 a 44 años, en 2022 por cada 100 hombres se contaban 245 mujeres. A medida que las mujeres han aumentado su presencia en el ejercicio de la medicina, ha ido creciendo su participación en todos los grupos de edad y, por tanto, su edad media.
No obstante, según el trabajo, la edad media de las médicas que ejercen en España (45,3 años) es casi cinco años más baja que la de sus compañeros (50,2 años). En esta variable se observan diferencias notables entre comunidades autónomas: las médicas que trabajan en Baleares tienen la edad media más baja, y las de La Rioja, la más alta.
Finalmente, el estudio ha llamado la atención sobre las diferencias de edad media entre médicas y médicos. Esas diferencias son escasas en comunidades como el País Vasco y Cantabria, Canarias, Madrid y Castilla-La Mancha, pero considerables en Navarra, Cataluña, Valencia, Andalucía y Galicia, donde la edad media de los médicos (varones) supera claramente a la de sus compañeras de profesión.