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viernes, 22 noviembre
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Adiós a las cabinas de Telefónica en Tomelloso

Son varias las que quedan en nuestra ciudad, aunque todas están fuera de servicio

Hija (H): Papá, ¿esto para qué sirve?
Padre (P): Esto es una cabina telefónica, antes no teníamos teléfono fijo ni móviles en casa, y estos eran los teléfonos que se usaban en caso de tener que hacer una llamada.
(H): ¿De verdad? ¿Antes no había móviles?
(P): Pues no, antes no tenía móvil, y el primero que tuve solo servía para hacer llamadas y mandar y recibir SMS, pero nada de fotos, y no tenía Internet ni aplicaciones.
(H): ¡Hala!

Pues sí, para las niñas y niños de hoy, incluso un par de generaciones anteriores, es difícil explicarles cómo funciona o para qué servían las cabinas de teléfono. Seguro que si les preguntas te dirán que es un punto WIFI o que simplemente sirve para colocar anuncios particulares.

Bogas Bus

Desde el pasado 31 de diciembre de 2022, las cabinas han dejado de ser un servicio universal y esencial. Desde años antes, Telefónica está desmantelando todos los teléfonos públicos instalados en las calles del territorio nacional. El mantenimiento de estos teléfonos es nulo, ya que no son rentables.

Quedan lejos muy lejos del simbolismo de las cabinas rojas londinenses, pues todo turista que pasa por la capital del Reino Unido se hace una foto en uno de estos míticos habitáculos. Las de aquí están abandonadas, sufren actos vandálicos, son grafiteadas y sirven como tablón de anuncios. Pocas se salvarán y quedarán para el recuerdo. Lo curioso es que, si alguna queda en pie, será con este fin y puede que pase a ser un punto muy concurrido, y con los años todas y todos pasemos por ella para «echarnos» la foto.

Tomelloso no es ajeno a este desmantelamiento, aunque como podrán ver en la galería de fotos que acompaña este artículo, quedan más de las que creíamos cuando nos pusimos a investigar: exactamente son media docena y puede que falte alguna más. Las valientes resistentes se encuentran junto al Centro de Salud en la C/ Concordia; en la avenida Antonio Huertas a la altura del Barrio del Pilar; calle García Pavón casi haciendo esquina con C/ Acuña; calle Doña Crisanta justo enfrente de la Carrera de San Jerónimo; calle Socuéllamos al lado de las oficinas de la Asociación de Empresarios y la gasolinera y calle Don Víctor Peñasco esquina con Pintor López Torres.

Quitando sentimentalismos de «cualquier otra época fue mejor» y la gran utilidad que tuvieron, para el estado de conservación tan lamentable que tienen actualmente, y si no hacen nada al respecto, mejor que desaparezcan, pues son más peligro que otra cosa.

En los años de su mayor uso había cabinas en prácticamente cualquier barrio de la localidad y en cualquier punto de España. Tirando de memoria, recordamos que se han eliminado las del paseo Ramón Ugena, plaza de España, plazoleta de la calle del Monte, plaza del Arcipreste, barrio Nuevo Tomelloso y seguro que muchas más que ustedes nos podrán recordar en los comentarios. Y si tienen alguna foto y quieren que la pongamos en este artículo, envíela a [email protected] citando año y calle de Tomelloso en la que se encontraba.

Como anécdota a destacar, también con fotografía en la galería que acompaña, el conocido Bar Avenida sigue contando actualmente con un teléfono de uso público que sirve para recibir llamadas como negocio particular que es, y los clientes si quieren, pueden utilizarlo para hacer llamadas introduciendo las pertinentes monedas. En los años 80 y 90 estos aparatos eran muy comunes en todos los negocios de hostelería.

Imagínense de nuevo, contándole a los más jóvenes, que desde esos teléfonos públicos junto con las cartas o postales eran la única forma posible de saber de parientes que vivían en otra localidad, o la única manera de contacto con un hospital para hablar con un familiar ingresado. La única opción para saber de los jóvenes que iban a cumplir en el servicio militar cuando era obligatorio, o de aquellas y aquellos estudiantes que marchaban a las capitales para iniciar una carrera. Llamadas que, en su mayoría, se hacían con mucha ilusión a pesar del desplazamiento que suponían, hiciera calor o frío, incluso algunas veces había que hacer cola para su uso.

Nuevos tiempos que hacen que a día de hoy parezcan imposibles de utilizar, pero si lo piensan tampoco hace tanto que fueron una necesidad.

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