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jueves, 21 noviembre
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El cuero, la seda y la lana son los materiales textiles con mayor impacto ambiental según la OCU

El impacto sobre el medio ambiente de un pantalón de cuero es 3,5 veces mayor que el de uno de algodón

La industria textil es uno de los sectores que más impacto tiene sobre el medio ambiente: por el agua que consume, por su intenso uso del suelo y por la contaminación que genera. La buena noticia es que el consumidor, a partir de sus decisiones de compra y uso, puede reducir significativamente dicho impacto. Un estudio del ciclo de vida de prendas de ropa de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) valora su incidencia según el tipo de tejido con que se haya fabricado. Por ejemplo, el impacto sobre el medio ambiente de un pantalón de cuero es 3,5 veces mayor que el de uno de algodón; de hecho, habría que usarlo 20 años más para igualar su efecto.

El cuero es precisamente el material con un mayor impacto sobre el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida (desde su extracción, pasando por su fabricación, transporte, distribución y uso, hasta su gestión como residuo), seguido de la seda y la lana. Por el contrario, los materiales naturales con menor impacto son el cáñamo, el lino, la tela vaquera y el algodón, por este orden. Los materiales sintéticos, por su parte, tienen también un bajo impacto, incluso menor, pero pueden generar microplásticos; y si no son de calidad, se convierten pronto en residuos.

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Ahora bien, OCU advierte que tan importante como elegir prendas con tejidos sostenibles es priorizar un determinado diseño u origen:

  • Prendas poco o nada teñidas; a menos color, menos impacto.
  • Prendas con pocos accesorios, como cremalleras o botones.
  • Prendas elaboradas con materiales reciclados.
  • Prendas fabricadas en Europa. Además de precisar menos transporte, hay más garantías de condiciones laborales dignas y se favorece el empleo local.

Aunque sin duda lo que más reduce el impacto ambiental de una prenda es alargar su vida útil: coser un roto o poner unas coderas son arreglos sencillos y baratos que pueden prolongar el uso de ropa que de otro modo tiraríamos. Otra práctica muy recomendable es priorizar las prendas de segunda mano. Lo mismo que rechazar la espiral consumista de usar y tirar, típica del fast fashion y la ropa de baja calidad. Lamentablemente, hoy por hoy el 50% de la ropa se deshecha antes de un año de uso.

En cualquier caso, resulta fundamental apoyar el buen hacer del consumidor desde la propia industria textil, las tiendas y la administración. Por eso OCU insiste a los fabricantes que elaboren prendas más duraderas y que se reciclen fácilmente; a las tiendas, que eviten campañas que promuevan la moda rápida de usar y tirar; y a las administraciones, que implanten la recogida selectiva en todos los municipios, además de controlar que luego se practiquen un reciclaje y una reutilización realmente efectivos.

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