Ángel Morales Ropero y Vicente Morales Becerra se dieron cita el pasado día 20 en la Casa de Castilla La Mancha para presentar Historia de las calles de Tomelloso 1752-2021, en acto organizado por la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid.
Abrió el acto el presidente de la Casa de Castilla La Mancha, José Fernando Sánchez Ruiz, destacando con sentido del humor ese “tandem absoluto entre tío y sobrino, para sacar adelante un proyecto con alma, corazón, vida, esfuerzo, trabajo y ya veremos si no les toca poner también algo de dinero”. Subrayó que las calles “son elemento principalísimo de las vidas de los pueblos, y contribuyen de una manera fundamental a hacer la personalidad de las gentes que viven en las calles, formando, de alguna manera, nuestra personalidad”. Terminó con el deseo de que el libro “llegue al corazón de las personas que lo lean, sean o no de Tomelloso”.
El presidente de la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid, José Vicente Cepeda, presentó a los autores del libro como tomelloseros de pro, como gustaba referirse a Blas Camacho para destacar el empeño de quienes se desvelan por dar prestigio y auge a Tomelloso. “Ángel y Vicente -resaltó- han contribuido con esta obra al beneficio de la historia de nuestro pueblo y de las próximas generaciones de Tomelloso”. “En estos tiempos de inmediatez -añadió-, donde todo se quiere conseguir al momento, donde los influences parece que tienen ganada todas las batallas, Ángel y Vicente han demostrado que el trabajo exhaustivo, metódico y paciente durante más de seis años, da resultados imperecederos como es este libro.
Jaime Quevedo Soubriet editor de Historia de las calles de Tomelloso 1752-2021, dijo ver cumplido el deseo de que los díez últimos libros de esta cuarta edición puedan haberse traído a la Casa de Castilla La Mancha, a disposición de los socios de la Asociación Cultural de Tomelloso en Madrid. Un proyecto literario sin pretensión de obtener beneficio económico alguno, “es un libro -destacó- que entronca con la historia de la ciudad y de sus personajes”, sobresaliendo “el dinamismo de Ángel y el empeño de Vicente para poner a disposición de la gente un orgullo tomellosero”.
Vicente Morales Becerra hizo un resumen de las ideas del libro. “Es un repaso a las 384 calles de Tomelloso, con curiosidades unas más relevantes que otras”. También se reseña cada una de las profesiones que se hacían por las calles hasta los años setenta. Y una confesión que no podía dejar pasar desapercibida: “El libro es una historia de Ángel Morales a la vez que la historia de todos nosotros”. Quitó importancia a la ayuda prestada a su tío: “Le faltaba un poquito de recursos y ahí aparecí yo: si no ayudo a mi tío a quien iba a ayudar a hacer esta mini enciclopedia”.
Ángel Morales agradeció la invitación y recordó el año en que visitó la Casa de Castilla La Mancha para recoger la distinción de “Tomelloseros del Año” que se otorgó a la Peña Los Canuthi, fundada y presidida un tiempo por él.
Descubrió el origen de esta inquietud «porque por mi oficio de repartidor se recorría las calles de Tomelloso, y esto le hacía pensar el porqué del nombre de las calles”. A base de ir “desgranando y preguntando a la gente” junto con sus continuas visitas al archivo municipal de Tomelloso y “el empujón y estrujamiento” de su sobrino Vicente, culminó esta completísima iniciativa.
Después de su exposición se abrió un coloquio entre los asistentes y Ángel, en relación al antiguo nombre de algunas de las calles. Un ejemplo es la de Don Eliseo Ramírez, donde al día de hoy no ha podido descubrirse porqué se comenzó a llamarla calle Belén. Otro ejemplo es la anécdota de un policía municipal que no supo, comentó Ángel, lo ocurrido hace unos domingos, cuando un policía municipal no fue capaz de saber cuál era la calle La Paloma.
Por cierto, destacar la satisfacción por parte de la A.C.T.M. de que uno de sus directivos, José López Martínez, tenga nombre en una de las calles de Tomelloso. Y bien merecida.