Enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas se concentrarán el próximo 30 de marzo, frente a la sede de los servicios centrales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) en Toledo para exigir soluciones que acaben con el «grave deterioro y precariedad» que sufren los hospitales, centros de salud y otros centros sanitarios y sociosanitarios de Castilla-La Mancha, así como unas condiciones laborales «dignas» que les permitan realizar su labor asistencial y de cuidados con todas las garantías para los pacientes y la ciudadanía.
Esta nueva concentración, convocada a las 11.00 horas desde el Sindicato de Enfermería (SATSE), se suma a las ya realizadas el pasado 10 y 22 de febrero, en los centros de salud y hospitales de Castilla-La Mancha, respectivamente, dentro de su estrategia general de acciones reivindicativas y movilizaciones con el objetivo de que las administraciones públicas y partidos políticos destinen los recursos y medios necesarios en nuestra sanidad pública.
«Exigimos respeto y dignidad, tanto para los profesionales como para la ciudadanía», ha reclamado el sindicato en nota de prensa, en la que ha explicado que el foco reivindicativo se pondrá, en esta ocasión, en el Sescam y en el resto de servicios de salud de las distintas comunidades autónomas al haberse constatado que, pese a lo comprometido en lo peor de la crisis sanitaria del COVID-19, no ha incrementado su presupuesto de manera adecuada y suficiente, ni tampoco los recursos y medios necesarios, para prestar una atención y cuidados con calidad y seguridad.
«Una crítica realidad que numerosos profesionales vienen denunciando desde hace semanas, demandando, a través de las redes sociales y otras vías de comunicación, todo tipo de movilizaciones y acciones de presión social, por lo que SATSE confía en que todos ellos y ellas participen de manera activa en la concentración convocada».
GRAN SOBRECARGA Y PRESIÓN ASISTENCIAL
A juicio de este sindicato, tanto los hospitales como los centros de salud de Castilla-La Mancha siguen soportando una gran sobrecarga y presión asistencial mientras que la Consejería de Sanidad no ha reforzado las plantillas enfermeras y de fisioterapeutas.
«Una clara y lamentable situación de abandono y desinterés que provoca, por ejemplo que, lejos de mejorar, empeoren las listas de espera para ser intervenido, realizarse una prueba o simplemente ser visto en consulta mientras que los profesionales están cada vez más saturados y exhaustos y tienen menos tiempo y recursos para realizar su labor como les gustaría», ha añadido.
«La Consejería de Sanidad y el resto de administraciones públicas son conscientes de que, una vez superado lo peor de la pandemia del COVID-19, el foco de la atención pública está puesto en otros asuntos y, por ello, han vuelto a su tradicional política de ‘brazos caídos’ y a no priorizar en su gestión la mejora de la sanidad pública y las condiciones de sus profesionales», subraya.
En este sentido, el Sindicato de Enfermería recalca que «la lamentable realidad es que políticos e instituciones sólo actúan en función de la presión social que entienden que existe en cada momento en base a lo que reflejan los medios de comunicación, las redes sociales o las encuestas, y, por ello, resulta absolutamente imprescindible que las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas sigan movilizándose en defensa de la sanidad y sus condiciones laborales y profesionales».
«Debemos mostrar nuestro rechazo absoluto a la precariedad, temporalidad e inestabilidad, a seguir sufriendo una sobrecarga asistencial tremenda y a no poder jubilarnos de manera anticipada si lo necesitamos y tenemos que exigir que podamos pertenecer al Grupo A, sin subgrupos, y que se desbloquee, de una vez por todas, la Ley de Seguridad del Paciente que garantiza que podamos atender a un número adecuado y seguro de pacientes en cualquier centro sanitario y sociosanitario», ha concluido SATSE.