El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha propuesto este viernes que la retirada de las mascarillas en interiores se haga de forma «desescalada», de forma que haya sitios donde sí pueda dejar de ser obligatorio su uso y otros donde «se tenga que resistir otro poco».
Fernández Sanz ha formulado esta sugerencia en Cuenca, donde ha asistido a la toma de posesión de la nueva delegada de Sanidad de la Junta en la provincia, Montserrat Hernández, si bien ha subrayado que el Gobierno regional, en esta ocasión como en el resto de medidas que se han tomado sobre el coronavirus, es partidario de «ir haciéndolo de la mano del Consejo Interterritorial de Salud».
Tras apuntar que la próxima semana se reunirá este organismo en Zaragoza, Fernández Sanz ha considerado que «ha llegado el momento de discutir» si debe seguir siendo obligatorio el uso de mascarillas en interiores, así como las cuarentenas o aislamientos, pero ha incidido en la importancia de «hacerlo con cabeza, con prudencia, con responsabilidad».
«Las mascarillas nos han salvado la vida. Ha sido la principal barrera, junto con hábitos como el lavado de manos», ha destacado Fernández Sanz, que por ello ha considerado que «no es cuestión de ir desde mañana sin mascarilla», sino que ha propuesto hacerlo «de manera desescalada».
Con todo, ha reiterado que las medidas se deben tomar con prudencia y de la mano del Consejo Interterritorial de Salud.