El descenso de la curva de esta sexta ola de la covid-19 se refleja también en las residencias de mayores, donde por tercera semana consecutiva hay menos contagios y fallecidos, aunque en Castilla-La Mancha han muerto 20 residentes.
El mayor número de residentes fallecidos con covid en esta tercera del mes se registró en Cataluña con 30, seguido de Andalucía, con 23; Castilla-La Mancha; Comunidad de Madrid, con 16; Comunidad Valenciana, con 14; y Asturias, con 12.
En el cómputo nacional han descendido tanto los contagios -se sitúan en 4.552, 2.688 menos que la semana anterior- como las muertes por coronavirus, que suman 151, 108 menos.
Según el último balance del Imserso hecho público este viernes, correspondiente a la tercera semana de febrero (del 14 al 20), en lo que va de año se han contabilizado 72.833 contagios en las residencias y 1.565 fallecidos, con una tasa de letalidad del 2,1 %, frente a la de 2021 fue del 14,4 %.
Febrero ha sido el mes en que han comenzado a descender tanto las muertes como los contagios en estos centros: si la primera semana hubo 11.110 casos de covid y en la segunda 7.240, en esta tercera ha habido 4.552 contagios.
Los fallecimientos en las residencias han bajado de 321 en la primera semana, a 259 en la segunda y a 151 en la tercera.
La letalidad global en centros residenciales desde el inicio de la pandemia hasta la séptima semana del año se sitúa en el 11,58 % y tras la pauta de vacunación completa generalizada a todos los residentes (estimada a partir de la semana 10 de 2021) baja al 3,05 %.
En los centros residenciales de mayores con casos positivos en la semana del informe se registra un promedio de 6 casos por brote.
El inicio de la reducción de los contagios en las residencias es posterior (una semana) a la disminución de la transmisión en el global de la población y la incidencia a 14 días en estos centros se sitúa por debajo de los 4.000 casos por cada 100.000 residentes frente a la global que está por debajo de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.
Si ben, el Imserso lo atribuye a que en las residencias el control es mucho más exhaustivo que en el conjunto de la población.