El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha reconocido que Rusia podría tomar «alguna decisión drástica» con respecto al comercio exterior si se agrava el conflicto con Ucrania y desde la Unión Europea se aplican sanciones al país ruso. En Castilla-La Mancha, esos posibles vetos rusos podrían afectar sobre todo al vino aunque, ha señalado, el mercado exportador de la región con este país es «relativamente pequeño».
A preguntas de los medios tras participar por videoconferencia este miércoles en la webinar ‘Vino y consumo: Plan de lucha contra el cáncer, promoción y etiquetado’, Martínez Arroyo ha comentado que este es un tema que se está trabajando «a nivel de país» pero ha insistido en que la facturación de la exportación de vino a Rusia es de alrededor de 10 millones de euros al año, por lo que «no es muy importante».
«Pudiera suceder que Rusia tomara alguna decisión drástica en respuesta a otra decisión drástica si es que hay conflicto», ha apuntado, recordando que el país ruso ya tomó una decisión de este tipo en el pasado con el veto a los productos hortofrutícolas europeos, asunto que requirió la intervención de la Comisión Europea.
Sin embargo, ha incidido en que si se produjera un veto ruso a las exportaciones de vino europeo, Castilla-La Mancha reivindicaría que, «como ocurrió con las frutas y hortalizas en su momento», se tomaran medidas para ayudar al sector.
«Para eso hay un fondo de contingencia en el presupuesto comunitario que complementa al presupuesto normal de la PAC y que se debe activar cuando hay conflictos internacionales que suponen una merma de rentabilidad para nuestros productores. Estoy seguro de que así se hará», ha proseguido.
Además, ha añadido que aunque también hay exportaciones a Rusia del sector cárnico, más allá de estos dos productos el resto «no tiene exportaciones significativas» a este país.