En un escrito enviado a la Alcaldesa de Tomelloso, Ecologistas en Acción-Ciudad Real muestra su inquietud por la posibilidad de que los árboles de la Avenida Juan Carlos I – en obras de renovación de su acerado y de la red de agua y saneamiento, y donde se proyecta la creación de un carril bici – acaben siendo talados.
Así ocurrió en la fase anterior, en la primavera pasada, en la que se cortaron cinco o seis plátanos de sombra en las inmediaciones del IES Airén. Árboles imponentes y sanos que desaparecieron sin ninguna justificación, contraviniendo la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente, que obliga a la integración y adaptación de las obras y reformas urbanísticas – con la adopción de medidas preventivas – al arbolado preexistente. Tan solo en casos excepcionales y en los que no haya alternativas, se prevé su trasplante, o en el peor de los supuestos, su tala, siempre con el apoyo de un dictamen de los servicios técnicos de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Tomelloso.
Por aquel entonces, Ecologistas en Acción-Ciudad Real protestó ante la demencial tala de los árboles del Sector 2 de la Avenida Juan Carlos I, solicitando a las autoridades locales los informes correspondientes (cosa que no ha ocurrido), el seguimiento escrupuloso de la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente y una moratoria indefinida de apeo, corta o tala de pies arbóreos, salvo en casos aislados, urgentes e inexcusables, como por ejemplo riesgo de caída inminente.
Para Ecologistas en Acción-Ciudad Real, la sustitución de árboles de 20 ó 25 años por plantones adquiridos en viveros comerciales es un burdo y desacomplejado lavado de cara. Aparte de una falta absoluta de respeto a unos seres vivos que nos vienen acompañando durante muchos años, se minusvalora su capacidad de atrapar partículas contaminantes en suspensión, su función de sumidero de carbono (precisamente en una de las vías con mayor presión de tráfico del municipio), el amortiguamiento del ruido, la retención de suelo, la generación de sombra y proporcionar lugares de nidificación a las aves. Por su tamaño, altura, belleza y exuberancia, no es menos importante el mayor atractivo ornamental y el valor sentimental de estos árboles. Cualidades todas que no reúnen, ni de lejos, los arbolitos que se ponen en su sustitución.
Ecologistas en Acción-Ciudad Real constata una deriva arboricida en el Ayuntamiento de Tomelloso durante la presente legislatura. De hecho, han sido sonados, muy discutidos, los casos de desaparición de populares arboledas, provocando consternación en parte de la población. El abandono de algunos parques y paseos, las podas masivas y desmesuradas, o la incipiente externalización a empresas privadas de algunas intervenciones, revelan un preocupante cambio a peor en la gestión municipal de las zonas verdes en Tomelloso.