Castilla-La Mancha contará este año con 750.000 dosis de vacuna de la gripe, un 50 por ciento más que hace dos campañas, en un ejercicio en el que augura que haya más casos que el año pasado, cuando prácticamente no hubo gripe salvo entre los colectivos de riesgo.
«Tenemos vacunas, afortunadamente, de sobra», ha explicado este martes en rueda de prensa el director general de Salud Pública, Juan Camacho, quien ha señalado que la previsión es que haya más casos que el año pasado por el escenario de riesgo y porque no ha terminado la pandemia.
Según ha explicado, se han comprado vacunas «de tipos muy concretos» mejorando la disponibilidad y la calidad de las dosis disponibles, lo que va a permitir ampliar la cobertura y acompañarla de la dosis adicional contra el COVID en mayores de 65 años.
Precisamente, este mismo martes se reunirá la Comisión de Salud Pública para tomar una decisión última sobre esa tercera dosis y, una vez que se apruebe, se planteará «cuál es la operativa mejor» para este segmento de población. Como ha especificado, esa vacunación ya se está haciendo «y a muy buen ritmo» en residentes de residencias de mayores y personas vulnerables.
En concreto, las opciones que se manejan son la administración «a la vez» de la vacuna de la gripe y de la de la COVID-19 -ha destacado que existen informes internos que avalan que se podría hacer siempre que se inoculen «en lugares anatómicos distintos»- o ponerlas por separado, aunque habrá que ir viendo lo que logísticamente facilite una administración «ágil y efectiva» de la vacuna.
Castilla-La Mancha tuvo el pasado ejercicio el porcentaje más alto de vacunación contra la gripe, por encima del 76 por ciento. Este año prevé disponer de las vacunas de la gripe en la segunda quincena de octubre o la primera de noviembre.