Hoy es un día importante para todos. El Día Mundial de la Libertad de Prensa. Es importante recordar que en pleno s.XIX el periodismo se consideraba el mejor oficio del mundo, de hecho, se convirtió en un elemento central de las sociedades democráticas. Una sociedad informada, una sociedad con pensamiento crítico es una sociedad que avanza.
Y, para ello, es clave que los individuos tengamos acceso a la información tratada desde diferentes puntos de vista. Quiero dar mi enhorabuena a todos los profesionales que, ante un clima de crispación, generado en buena parte por el interés de algunos miembros de la clase política de tapar sus vergüenzas, siguen al frente del cañón.
No debe ser fácil, y no debe serlo porque cuando uno estudia una carrera vocacional como es el periodismo en un país como España nunca piensa que su trabajo va a suponer un peligro o un riesgo para su vida, para su día a día. Porque llegar a este punto es el error más grande que podemos cometer como sociedad.
Hoy es un día para recordar a todos los ciudadanos que *la libertad de prensa nos brinda la oportunidad de contrastar ideas, que la libertad de prensa es un ejercicio de respeto, y finalmente, sirve para alcanzar uno de los derechos más importantes: el derecho a la información*.
Ya lo dijo Kofi Annan: “Ninguna sociedad democrática puede existir sin una prensa libre, independiente y plural”, por lo tanto, no caigamos en la trampa de la provocación, no nos dejemos llevar por los cantos de sirena, alejémonos de las ‘fake news’, apostemos por el periodismo hecho por profesionales. Tenemos la información en la palma de nuestra mano, nosotros decidimos qué uso hacemos de ella, cómo la consumimos, y lo qué creemos o no. Pero sobre todo no renunciemos nunca a la libertad de prensa.
Y sí, en este artículo repito hasta en cuatro ocasiones la palabra libertad. Una palabra que algunos han tratado de pervertir, o incluso apropiársela de una forma ‘peculiar’ pero de la que quiero recordar, y finalizar así este artículo, con la primera acepción con la que define la RAE: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
