Desde las afueras, y en el primer día de verdadero otoño, esta toma del sur de la ciudad sobre un puente que cruza la autovía A43.
Farolas encendidas al anochecer, y muchas nubes que descargaron poco, por no decir nada, que más que una fotografía parecen un cuadro.
Resaltan las cisternas, en primer plano, y alguna que otra chimenea, seña inequívoca de que has llegado a Tomelloso, ciudad del vino.
Sean bienvenidos a este lugar tan acogedor y disfruten de todo lo que ofrecemos.