El día comienza a las 6 horas tocando diana, los valientes caminantes se levantan y comienzan la aventura del día, con una etapa un poco más corta que ayer 22 km con cuestas de subida y de bajada que rompen las piernas. El clima acompaña y la temperatura a primera hora es óptima para la práctica deportiva.
125 personas de Andalucía nos adelantan y les adelantamos durante todo el día, llevamos ya varios días coincidiendo y ya nos conocemos de vista. Buen ambiente y buen rollo reinan durante toda la mañana, charlamos con ellos durante buena parte del Camino con está gente de Jaén, Andújar, Córdoba y Sevilla.
La temperatura empieza a subir pero nunca pasamos de 20 grados centígrados, pero hay bastante humedad y empezamos a despojarnos de la ropa de abrigo conforme subimos las cuestas.
Los lugareños de los pueblos pequeñitos son cariñosos y amables y nos saludan al pasar, animandonos a continuar nuestro peregrinaje. Un buen hombre esta arando la tierra de su parcela, le saludamos y nos dirigimos a él para hablar, y este buen hombre nos ofrece su gran parcela de césped para comer, y descansar. El hombre es de Barcelona y vive allí en invierno, mientras que en verano se viene a Galicia por la diferencia de temperatura. Nos fotografiamos con él para guardar un buen recuerdo del Camino, es increíble la buena gente que nos encontramos.
A las 13:00 horas llegamos al albergue donde nos esperaba una rica caldereta de Merce y Antonio.
HISTORIAS DE VIDA
La historia de hoy narra las ganas de vivir de Emilio, un tío grande que tiene muchas ganas de vivir ya que de siempre le ha gustado hacer deporte, caminar, reír, jugar y estar rodeado de gente, su hobby favorito es comer. Pero Emilio tuvo que ser operado del corazón y ahora disfruta de todos estos placeres con más intensidad, y resulta que todo esto se lo ofrece con los condicionantes el Camino de Santiago Inclusivo, pues resulta que Emilio está viviendo muy intensamente todo, ayudando en Cocina, hablando con las chicas guapas, y estando en la cabeza del grupo. Le encanta hablar con la gente pero ama a su pueblo por encima de todas las cosas y de esas casualidades de la vida, nos encontramos con un cura de Bolaños.
Las ganas de vivir que tiene Emilio nos da una lección de vida impresionante, ya que la vida solo hay una y tenemos que vivirla con intensidad y disfrutar a cada momento cómo si fuera el último. Dejémonos de problemas y hagamos por vivir intensamente cada momento y amamemonos los unos a los otros.
Luís Ballesteros Martín de Almagro