Sin ser alta cocina, sin tener una elaboración complicada, los torreznos, sí, son deliciosos. Y tendrán sus detractores y gente que no pueda ni verlos, pero para los que sí los comen, no es que estén buenos, es que son exquisitos.
La fama y reconocimiento de este producto viene de Soria, aunque es un bien de la gastronomía española consumido en bares y restaurantes de cualquier punto del país. Eso sí, en pequeñas dosis, pues son pequeñas «bombas» de grasa y colesterol no aptos en dietas. Ojalá la lechuga estuviera igual de deliciosa.
Así que, como recomendación, consuman y disfruten, pero con moderación. Este consejo es extrapolable a muchos alimentos.