El tercer día de actividades de la 10ª edición de FENAVIN ha dado comienzo con la ponencia “El negocio del enoturismo y las bodegas de España”, conducida por Jorge Solana, director y CEO de la revista Enoturismo 360º, que organiza por segunda vez en la feria unas jornadas en relación con el turismo en torno al vino.
La inauguración ha corrido a cargo de Rosa Melchor, presidenta de ACEVIN y Rutas del Vino de España, y alcaldesa de Alcázar de San Juan, quien ha hecho un breve repaso por la historia de esta iniciativa público-privada que dio sus primeros pasos en 2001 y que cuenta actualmente con 2.000 empresas participantes y 30 rutas por todo el país, siendo la de Valdepeñas y la de La Mancha las últimas en unirse.
Melchor ha destacado el crecimiento exponencial que han tenido las Rutas del Vino en el último año, con un 20,6% más de visitantes en 2018, y que ha supuesto un gasto estimado de 250 millones de euros en los más de 500 municipios asociados y en las 600 bodegas que forman parte de las rutas. “El enoturismo no es una moda pasajera, vino para quedarse y tiene muchas posibilidades”, ha afirmado la dirigente de ACEVIN, explicando que, al no haber rivalidad entre las diferentes rutas, estas se complementan, trabajan en red y permiten generar empleo, contribuyendo a un mayor impacto económico.
Seguidamente, ha comenzado la primera parte de esta ponencia en la que se han abordado aspectos como los beneficios que el enoturismo aporta a una bodega, como son los ingresos y el posicionamiento de marca, que es una herramienta de diferenciación, o las claves para rentabilizar este negocio del turismo del vino. Ha sido en una mesa redonda formada por Manuel Romero, socio director de Dinamiza: Consultoría turísticas, especializada en enoturismo y turismo gastronómico; y Fernando Redondo, director de Ac+Consultores de Tomelloso, AC+ es una empresa dedicada a la actividad de consultoría e ingeniería en las áreas de la Gestión Empresarial, Calidad, Medio Ambiente, Seguridad e Innovación. A su vez, es responsable de la Oficina Técnico Comercial de ACEVIN – Rutas del Vino de España.
Ambos han destacado las claves del enoturismo a nivel nacional e internacional para convertirlo en un producto único y singular, y hacerlo rentable incluso para las bodegas de menor tamaño. Tal y como ha señado Romero, las visitas a bodegas y museos dentro de Las Rutas del Vino conllevan un ascenso del 10% de media cada año, suponiendo que la entrada a una bodega cuesta unos 10 euros de media para cada turista, más lo que este gaste en la tienda, hace un gasto aproximado de 160 euros por turista. Así mismo, ha recalcado que el 74% del turismo es nacional, mientras que tan solo el 26% son turistas extranjeros, por lo que ha insistido en que “hay un margen de mejora importante” en este aspecto.
De esta forma, se ha constatado que el enoturismo es complementario a la venta de vino y como producto individual al negocio de la bodega debe tener un tratamiento especial para que sea rentable, como es el caso de la Bodega González Díaz de Jerez, que ambos han puesto como ejemplo.
“Nada ocurre por casualidad, hay que saber cómo trabajar. Es una apuesta a medio/largo plazo, cuya inversión depende de cada bodega”, ha señalado Redondo, añadiendo que “con muy pocos recursos, se pueden hacer maravillas”. En este sentido, el tomellosero ha puesto en valor los pequeños proyectos y las cooperativas, quien a menudo suelen encontrarse barreras de entrada para hacer del enoturismo un plan de negocio, como el aumento en número de empleados o la disponibilidad.
La segunda parte se ha centrado en la experiencia del enoturismo en grandes bodegas familiares, por parte del grupo Pagos de España y de Jorge Rivero, como representante de las Bodegas Marqués de Atrio de La Rioja, que también exponen sus vinos en la feria. Son ejemplos importantes e interesantes dentro del enoturismo de ámbito nacional e internacional para seguir y tomar nota.
El enoturismo tiene productos que funcionan y algunos ejemplos pueden ser inspiradores para poder trasladarlos y que sean de interés en otros lugares o bodegas. No se trata de copiar, se trata de mejorar aquellas apuestas que han demostrado que pueden ser eficientes en atraer a los turistas a las instalaciones. El objetivo no deja de ser vender vino, pero es más fácil si se crea una marca conocida, fuerte y sólida en el mercado.
