Desde este viernes y hasta el 28 de Abril, se presenta en La Posada de los Portales la muestra pictórica de Maryanne Wick, laureada artista plástica australiana, Licenciada en la National Art School de Sidney que ha cosechado importantes premios desde el comienzo de su carrera. Desde el año 2007 ha trabajado en la National Art School de Sidney y ha vivido en Corea, China y Japón. Ha expuesto sus obras en importantes museos e incluso ha formado parte de una producción de la BBC, la serie «Top of the Lake: China Girl» dirigida por Jane Champion.
Maryanne define su obra como la representación de todo aquello que le rodea en el día a día pero que se sale de lo normal, lo que es inusual, aquello que necesita una interpretación.
Cristina Gargiulo: La primera pregunta es inevitable ¿Cómo Y cuando has llegado al pueblo?
Maryanne Wick: Nuestra presencia en Tomelloso tiene que ver con el trabajo de mi marido, Peter que es filólogo español y ha dedicado este año a la práctica del idioma. A la vez enseña inglés a alumnos de un instituto de La Solana y ayuda a los profesores. Elegimos Castilla-La Mancha porque nosotros amamos la historia en especial la historia antigua y esta tierra es realmente fascinante por su riqueza arqueológica.
CG: Precisamente la historia y la arqueología es el tema principal de esta muestra. En términos técnicos presentas en esta muestra bodegones compuestos por objetos de museo, lo cual debo decir, convierte tus pinturas en algo mucho más enigmático y profundo que una simple composición estética. Cuéntame más sobre tu búsqueda creativa.
MW: Me gusta mucho viajar y de cada lugar que visito intento llevarme algo de su esencia incorporada en mi arte. Aquí sentí una intensa conexión con el pasado histórico a través de las cerámicas halladas en el yacimiento arqueológico del Cerro de las Cabezas en Valdepeñas, donde aún se siguen encontrando piezas magníficas. Pero también esos objetos me conectaron con mi propia historia. En mis épocas de estudiante tuve una magnífica profesora llamada Penny, que era una apasionada de la historia antigua, y era de esos enseñantes que se distinguen del resto porque contagian a los alumnos de su propio entusiasmo por aprender. Ella nos decía «cuando vayan a España, cuando vayan a Grecia, cuando vayan a Italia, verán todas estas cosas que os enseño». No usaba condicionales, aun siendo nosotros chicos de clase media daba por hecho que la pasión por la historia nos iba a llevar hacia ella. Cuarenta y cinco años después, frente a las cerámicas del museo de Valdepeñas, sentí que aquella inspiración de mi juventud volvía en mi arte. Me enamoré de esas piezas de cerámica tan particulares y exóticas, fui a la dirección de cultura de Valdepeñas y solicité el permiso para dibujarlas. Conocí al restaurador Miguel Astillero que me informó más sobre las piezas. Volví a Tomelloso con un bagaje enorme de apuntes e información y comencé a pintar lo que veréis en Los Portales.
CG: ¿Sientes que de alguna manera le estás dando una nueva vida a esos objetos? Si tú no los hubieses pintado aún serían objetos de un museo.
Te agradezco que me hagas esa pregunta, yo no dejo de pensar en la arqueología de las mismas, en los artistas que crearon estas piezas y en la función de las mismas dentro de una sociedad, en su funcionalidad y en su estética. Son objetos que nos acercan a seres humanos que vivieron hace muchísimos años y buscaban en el arte lo mismo que nosotros.
CG: Esta es tu primera experiencia en España, pero no es la primera vez que vives fuera de tu país, has estado en Corea, China y Japón. ¿Cómo han influido esas culturas en tu trabajo?
MW: He aprendido muchísimo de esas culturas, ellos poseen una sensibilidad exquisita para todo. Los materiales, las texturas y hasta el modo de narrar historias en su arte tiene que ver con los sentidos y con la paciencia. Esa visión oriental sensitiva del arte ha quedado para siempre como impronta de mis obras.
CG: ¿Qué esperas del público español?
MW: Oh, esa es una buena pregunta. Quizás que abran sus ojos a lo que aquí tienen, me es bastante común encontrarme con gente propia de esta tierra que aún no ha visitado el Museo de Valdepeñas y desconoce su propio pasado histórico. En Australia tenemos arte prehistórico básicamente pinturas en cuevas, pero no tenemos esto.
Enamorada de Tomelloso, de la cordialidad de su gente y de su gastronomía, Maryanne nos invita este viernes a conocer su muestra que permanecerá abierta hasta el día 28. No os podéis perder esta oportunidad de conocer esta visión y reinterpretación de la cultura ibérica desde los ojos de una artista australiana. En el arte como en la vida no hay idiomas para las emociones, abrir la mente a otras culturas es darnos una oportunidad de crecer y no perder la perspectiva de nuestra vida en las trampas del ego. En el arte, los límites y las fronteras no existen, sólo son líneas dibujadas en un mapa.