La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha dirigido un escrito al Director General de Política Forestal y Espacios Naturales, Rafael Cubero, solicitando una reunión para tratar nuevamente los problemas que la superpoblación de especies de caza causa sobre las explotaciones agrarias y ganaderas y buscar medidas para que la situación «no se agrave aún más».
Según ha informado la organización agraria en nota de prensa, la sequía provoca que conejos, ciervos, cabras montesas y jabalíes, entre otros, se instalen en los campos sembrados en busca de alimento, lo que ocasiona «grandes pérdidas económicas» a los agricultores y también a los ganaderos por el riesgo de contagio de enfermedades en la cabaña ganadera. Por ello, desde Asaja han considerado que es necesario seguir aplicando «medidas excepcionales» para poder ejercer un control efectivo de las poblaciones de estas especies.
Entre estas medidas, la declaración de comarcas de emergencia cinegética para poder cazar resulta «una de las más eficaces» para la asociación, por lo que ha demandado la declaración de las zonas afectadas por superpoblación de especies y la ampliación de plazo y municipios para las que están en vigencia, como en la provincia de Cuenca.
A pesar de considerar que estas declaraciones «no terminarán con el problema», Asaja Castilla-La Mancha ha explicado que la declaración simplifica los trámites burocráticos para abatir el exceso de animales, agilizando «considerablemente» la reducción de estos animales con una simple comunicación.
TODAS LAS PROVINCIAS, AFECTADAS
Los servicios técnicos de la organización han detectado incidencias en todas las provincias de la región. En Albacete, la caza mayor se concentra fundamentalmente en la Sierra del Segura, Zona Centro, Almansa, Sierra de Alcaraz y Manchuela, sobre todo, en las orillas del río Cabriel; mientras que en Ciudad Real la presencia se da especialmente en las comarcas de La Mancha, Infantes y Campo de Calatrava.
Mientras, en Cuenca los ciervos y los gamos, sobre todo, abundan en la zona de La Alcarria y Serranía conquense, mientras que la cabra montesa se mueve en las inmediaciones de Utiel-Requena. Por su parte, los corzos y los jabalíes anchan por toda la provincia.
Además, la zona de Molina de Aragón, en Guadalajara, continúa afectada por ciervos y cabras montesas, por lo que los agricultores han pedido la ampliación de municipios y el plazo de la comarca de emergencia cinegética. Igualmente, han demandado medidas especiales para evitar los daños de jabalíes y corzos por toda la provincia.
Por último, en la capital regional, las zonas más afectadas se concentran en los Montes de Toledo y la comarca de La Jara, fundamentalmente por jabalíes y corzos. Para otras zonas, como Gálvez y Cuerva, los agricultores solicitan permisos excepcionales para evitar la propagación de las especies.
En cuanto a las producciones afectadas, además de los cereales de invierno, maíz y oleaginosas, se están viendo «tremendamente dañados» los cultivos de leñosos, sobre todo las plantaciones más jóvenes de como viña, olivar o almendro. También las infraestructuras y los regadíos sufren «cuantiosos daños» en sus instalaciones, a lo que hay que sumar «el peligro que supone para la cabaña ganadera la superpoblación de la caza mayor, pues puede contagiarla con enfermedades como la tuberculosis».
Finalmente, desde Asaja Castilla-LA Mancha han recordado que los daños no solo afectan a los bolsillos de los agricultores y ganaderos, sino que la presencia masificada de estos animales aumenta los accidentes de tráfico, por lo que han recordado a la Administración que se trata de un asunto de interés general que requiere medidas eficaces y urgentes.