Si de algo puede presumir el Atlético Tomelloso es de tener la mejor portería del grupo XVIII de Tercera División. Buyo y Sergio Arenas forman una dupla de porteros que bien podrían ser indiscutibles en cualquier equipo de la categoría. Charlamos con el guardameta albaceteño para repasar su trayectoria y hacer balance de estas primeras jornadas de competición.
Pregunta: ¿Qué te aportó como futbolista y como persona haberte formado en una cantera tan importante como la del Albacete?
Respuesta: La verdad es que fue una experiencia muy enriquecedora en todos los aspectos. Fueron trece años allí formándome y aprendí cosas muy valiosas tanto para el fútbol como para la vida. Además, estamos hablando de una cantera que era muy importante a nivel nacional y eso ayuda muchísimo a un futbolista a crecer.
P.: ¿Alguno de los compañeros con los que coincidiste allí han llegado a la élite?
R.: Sí. Por ejemplo coincidí en División de Honor con Mario Gaspar, que lleva un montón de años en el Villarreal y ha llegado a ser internacional con la selección; también con Alejandro Gálvez, que está en el Rayo Vallecano y ha jugado en el Werder Bremen alemán y en el Eibar; y con Miguel Guerrero, que ahora está en el Olimpiacos tras pasar por el Leganés y el Sporting de Gijón.
P.: Llegaste a debutar con el primer equipo en Segunda División en Las Palmas, ¿cómo fue ese momento en el que estás en el banquillo y ves que te toca entrar?
R.: Pues la verdad es que es una situación que sabes que se puede dar porque llevaba ya cuatro partidos yendo convocado con el equipo, pero a la vez eres consciente de que es poco probable que te llegue la oportunidad. Sin embargo en aquel partido mi compañero Cabrero es expulsado en el minuto veinte más o menos y yo pensaba que en una situación así estaría más nervioso, pero enseguida todo el banquillo se giró hacia mí, algunos dándome ánimos, otros metiéndome prisa, era mucha información en poco tiempo, en un momento tenso pero a la vez muy bonito. Es un recuerdo especial que tengo y guardaré para siempre.
P.: ¿Cómo es el ambiente que rodea a un partido de fútbol profesional?
R.: Es muy distinto al que se vive en categorías inferiores. Primera y Segunda División son otro mundo. La profesionalización que hay ahí, los sueldos que se están jugando los jugadores, la responsabilidad de dar mucho por mucha gente, es mucha presión pero a la vez sabiendo que puedes disfrutar con lo que te gusta. Es muy exigente porque el futbolista profesional vive exclusivamente por y para el fútbol.
P.: ¿Eso supone mucho sacrificio para cualquier deportista joven?
R.: Es mucho sacrificio, pero cualquiera que aspire a ser deportista profesional tiene que dedicarse en exclusiva a ese deporte. Puedes tenerlo claro y no llegar a eso niveles, pero querer seguir llevando ese estilo de vida exigente.
P.: En aquella plantilla en Albacete coincidiste con grandes futbolistas como Salva Ballesta o Christian Stuani, ¿cómo era aquel equipo?
R.: Aquel equipo se hizo a base de mucho dinero. El Albacete invirtió mucho en traer jugadores contrastados como Salva, Stuani o Juanmi Callejón, y fue un año difícil porque se pasó mal para lograr la salvación, pero para mí fue muy bonito compartir vestuario con jugadores de ese nivel que además me enseñaron mucho.
P.: De ahí fuiste a Getafe para jugar en Segunda División B en el filial de un equipo de Primera, ¿qué tal te fue allí?
R.: La experiencia de estar en un club de Primera División, con toda la estructura que ello conlleva, la verdad es que fue muy positiva porque me ayudó a crecer profesionalmente. Deportivamente no se dio todo lo bien que yo esperaba porque jugué muy poquito, pero el hecho de entrenar todas las semanas con el equipo de Primera División te da muchísimo y te ayuda a crecer una barbaridad.
P.: Tras dos años en el Getafe volviste a Albacete y de ahí comenzaste un periplo por clubes de Tercera División como Almansa y Badajoz donde jugaste tres play-off de ascenso, cayendo en todos ellos en primera ronda, ¿es muy frustrante después de remar durante toda una temporada ver cómo todo se hunde a las primeras de cambio?
R.: Es muy frustrante sobre todo cuando te metes a jugarte el ascenso como primero o como segundo porque piensas que el ascenso lo tienes más cerca. En Almansa el primer año nos metimos como cuartos y el segundo como segundos, y fue duro. Sin embargo, para mí el mayor palo fue en Badajoz. Era un equipo hecho para lograr el ascenso y caímos de manera inexplicable contra un conjunto que era muy inferior a nosotros y fue muy duro.
P.: La temporada siguiente en Talavera sí que ya lograste el ascenso, ¿cómo fue ese momento?
R.: Fue una temporada exigente, bonita y aunque pueda parecer que fue fácil después de hacer una primera vuelta casi perfecta sin encajar goles en casa hasta la jornada 20, lo cierto es que costó. Cuando asciendes es una sensación de explosión de alegría porque a lo largo de la temporada ves que te acercas al objetivo y cuando lo logras es impresionante.
P.: Tras el ascenso, ¿cómo fue para ti la temporada en Segunda B en Talavera?
R.: Para mí fue difícil porque venía de jugar todo con el mismo entrenador y con el mismo compañero en la portería y pensaba que todo sería de otra manera. Cuando llega el momento de iniciarse la temporada, en la segunda jornada comienzo a quedarme fuera de las alineaciones y es complicado. Eso no quita que fuera un año bastante bueno porque teníamos un vestuario magnífico, con personas espectaculares. No he jugado todo lo que esperaba, pero lo que he jugado lo he disfrutado muchísimo porque además estuvimos peleando por el play-off de ascenso a Segunda A hasta el final. Me tocó jugar los doce últimos partidos, y aunque es difícil por la exigencia de estar arriba, la verdad es que los disfruté muchísimo.
P.: Por todos es conocido que la posición de portero es siempre muy difícil. ¿Cómo se lleva esa responsabilidad especialmente en equipos hechos para ganar?
R.: Teniendo la mente fría. Sabes que tienes una responsabilidad, pero también debes ser consciente de que no se acaba el partido en una acción puntual. Debes intentar estar tranquilo y transmitir tranquilidad en todo momento.
P.: ¿Qué te atrajo del proyecto del Atlético Tomelloso?
R.: Yo estuve esperando hasta el último momento a un Segunda B, sobre todo después del final de temporada que hice, pero no se cerró nada. Por otro lado, Cristóbal había mostrado interés en mí desde que acabó la temporada y se puso en contacto conmigo para explicarme su proyecto. La verdad que eso fue lo que me atrajo del Atlético Tomelloso, el hecho de que el club estuviera tan pendiente de mí, de hecho hablé con el presidente unas cuatro o cinco veces, y el proyecto que había para crecer y pelear por el play-off.
P.: ¿Tuviste alguna otra propuesta en el grupo XVIII?
R.: Propuesta en firme no, pero llamadas de varios equipos mostrándome su interés sí. El hecho de que yo quisiera esperar a un Segunda B hizo que muchos equipos apostaran por otros jugadores, pero por suerte en Tomelloso me esperaron y creo que al final ha sido una buena opción.
P.: ¿Cómo estás viviendo este inicio de temporada con todo lo que ha pasado en tan poco tiempo?
R.: La verdad es que está siendo una situación un poco difícil porque la situación que hemos vivido no ha sido fácil para nadie en el club. Es una pena porque nosotros no hemos estado a la altura en los primeros partidos y al final quien se va a casa es el cuerpo técnico. Está siendo complicado porque no conseguimos una regularidad a pesar de tener una buena plantilla. Está claro que no vas a ganar todos los partidos, pero debemos conseguir la regularidad a nivel ofensivo y defensivo para poder aspirar a lo que queremos y a lo que se supone que el proyecto iba encaminado.
P.: ¿Tus objetivos siguen siendo los mismos que cuando llegaste?
R.: Yo sinceramente sigo marcándome el mismo objetivo. A día de hoy mi objetivo es el play-off. Se puede llegar a él si conseguimos esa regularidad que nos está costando encontrar. Sé que es complicado porque hay muchos equipos con muy buenos jugadores y aunque quizá no hay plantillas enteras muy buenas, todos los equipos tienen pinceladas de calidad que les hacen tener un buen once y ponerte las cosas muy difíciles.
P.: ¿Qué tal es tu relación con Buyo?
R.: Desde el principio, nuestra relación ha sido buena. Sabemos que tenemos esa pequeña rivalidad, que luchamos por el mismo puesto, pero nos respetamos y nos llevamos muy bien. Personalmente, he tenido años en los que me ha resultado difícil convivir con el compañero que tenía en la portería y este año estoy muy a gusto desde el primer momento.
P.: ¿Qué compañero te ha sorprendido más?
R.: Juanfri. Es un jugador que, sin hacer ruido, trabaja muchísimo. Además, me ha sorprendido un montón lo buen jugador y persona que es.