La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a un total de 23 años de cárcel al hombre de 26 años que agredió sexualmente en dos ocasiones, maltrató y vejó en Daimiel a la menor de edad con la que había mantenido una relación de escasos meses en 2015.
Según la sentencia, al acusado, condenado en ocasiones anteriores por violencia de género, en el ámbito familiar y coacciones, se le considera responsable de dos delitos de agresión sexual por los que el tribunal le ha impuesto la pena de 9 años por cada uno de ellos.
Asimismo, también le considera responsable de un delito contra la integridad moral por el que deberá cumplir dos años de cárcel; uno de violencia habitual en el ámbito familiar penado con otros dos años de prisión; y un cuarto delito de violencia de género por el que se le ha impuesto la pena de un año más de cárcel; además de alejarse de la víctima e indemnizarla con 50.000 euros.
HECHOS PROBADOS
La sentencia considera probado que el 11 de octubre de 2015 el acusado obligó a la joven a entregarle su móvil en el coche y, tras comprobar que había mantenido conversaciones con chicas y chicos, la agredió y acabó diciendo que la iba a matar si no le daba 300 euros.
Al día siguiente fue a buscar a la menor a Valdepeñas, y como ésta se negó a marcharse con él, la agarró del pelo, levantándola de un banco y arrastrándola hasta su vehículo, en el que se la llevó y siguió agrediéndola llegando a clavarle en reiteradas ocasiones un destornillador en la pierna.
Cuando el hombre la llevó hasta su casa de Daimiel, la obligó a beber su orina tras decirle «o la bebes o te mato» y la siguió golpeando hasta que consiguió que fuera a la Guardia Civil a decir que se había marchado con él por propia voluntad después de que la familia de la chica denunciara su desaparición, lo que llevó a la menor a quedar ingresada en un centro de primera acogida.
DOS VIOLACIONES
Por lo que se refiere a las agresiones sexuales por las que se ha condenado al acusado, la primera de ellas se produjo entre el 27 y el 30 de agosto de 2015 coincidiendo con las fiestas de Villanueva de los Infantes cuando, en el coche del acusado, la golpeó hasta que consiguió que le hiciera una felación mientras él la grababa con el móvil amenazándola con difundir el video si hacía algo en contra suya. Finalmente, la violó.
La segunda de las violaciones a la menor se produjo próxima a las fiestas del Vino de Valdepeñas -que se celebraron entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre de 2015- cuando en el coche de él, obligó a la menor a practicarle una felación y la violó mientras ella estaba «presa del miedo».