El pintor Antonio López ha argumentado este miércoles, 14 de marzo, que el arte no aporta soluciones al «caos» actual, en contraposición a la ciencia. «Confío en la ciencia pero no en el arte. El arte no da ninguna solución», ha manifestado a Europa Press tras recibir la medalla de honor de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) en reconocimiento a su trayectoria.
«El caos del arte está en la vida, menos en la ciencia, que parece que va por delante marcando cómo va a ser la vida. En lo demás, vamos desorientados, ilusionados, pensando que la solución está en una cosa y luego nos decepciona», ha asegurado López, que ha recibido este galardón junto al arquitecto Rafael Moneo de manos del rector de la institución Juan Romo, «en consideración a sus relevantes y notorias trayectorias profesionales y artísticas».
A juicio de López, «se han venido abajo muchas utopías, sobre todo en el mundo de la política y el hombre se ha quedado libre pero sin saber para dónde tirar. Y luego tampoco tan libre así que ahí vamos… La ciencia nos echará una mano, confío en la ciencia pero en el arte no: en el arte no se puede confiar demasiado, no ha nacido para eso sino para expresar cosas que se sienten».
En este sentido, preguntado por la muerte del físico teórico Stephen Hawking –fallecido este miércoles a los 76 años en su casa en Cambridge– ha defendido que «la ciencia seguirá ahí» a pesar de esta pérdida.
Respecto al futuro de la pintura en España, ha asegurado que no piensa en esta disciplina «como futuro», y ha reiterado las soluciones que aportará la ciencia. «Estamos metidos en una sociedad y en una forma de vida que es muy equivocada: el dinero tiene una presencia enorme, somos muchos, el hombre está aplastando demasiadas cosas y la ciencia tendrá que intervenir y poner orden», ha augurado.
En cuanto a su trabajo, el pintor ha explicado que está trabajando «en muchísimas obras». «Me cuesta poco empezar o poner en marcha un trabajo pero lo pongo en marcha y lo aparco y ahí voy como puedo», ha bromeado, al tiempo que ha descartado cualquier trabajo relacionado con la Familia Real. «De eso no hay nada», ha apostillado.
POLÉMICA EN ARCO: «INFANTIL Y DESMESURADA»
Sobre la polémica generada en la presente edición de Arcomadrid, donde la obra de Santiago Sierra ‘Presos políticos’ –que se componía de fotografías pixeladas de hasta 24 personas con una breve explicación de los motivos por los que habían sido encarcelados– fue retirada, ha estimado que se trata de un hecho «desmesurado e infantil».
«Poner el foco en una cosa que no era más que el trabajo de una persona es infantil. Los pintores que estamos en el ajo sabemos que eso no tiene más importancia pero a la gente todo eso le resulta muy llamativo y también hay un tipo de periodismo que insiste en exceso en cosas que no son relevantes, son las cosas que pasan», ha relatado.
En cualquier caso, sobre la situación en España, el pintor ha lamentado que en la actualidad se viva «una época de gran confusión». «Aunque en todas las épocas ha pasado un poco igual, ésta es la que nos ha tocado vivir», ha comentado con resignación.
«VIVIR MADRID ES UNA TABARRA»
Respecto al papel de Madrid en su obra, protagonista en su inmensa trayectoria –que se forjó desde que llegó a la capital con apenas 13 años para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Madrid–, López ha enfatizado que es la ciudad que le «ha tocado vivir».
«El tipo de pintura que hago no se presta a soñar con una ciudad inexistente, está basada en una experiencia personal muy directa y mi experiencia es Madrid», ha razonado. No obstante, aunque ha afirmado que Madrid es «una ciudad muy interesante para pintarla», ha añadido que para «vivirla es una tabarra, una lata».
«Lo veo por mi familia, en mi casa: al niño hay que llevarlo, traerlo… Para las familias con hijos o mayores es una vida muy dura, no sólo Madrid sino la vida en las grandes ciudades: son un fracaso de esta sociedad», ha lamentado.
El pintor ha mostrado también su satisfacción por el reconocimiento de este miércoles ya que, como ha explicado, «son cosas que hay que aceptar y que tienen mucho valor», al tiempo que ha recordado sus vínculos con Getafe (Madrid), donde un tío suyo estuvo en la Guerra Civil Española y uno de sus yernos es profesor en la facultad. «La universidad es un mundo muy alto. Había varios motivos, había que venir aquí», ha zanjado.
Además, ha subrayado la «buena relación y estima» que tiene con el otro premiado, Rafael Moneo, aunque ese trato no se ha plasmado en ninguna colaboración profesional «porque no ha habido ocasión». «Pero tenemos una relación desde hace muchos años y hay cosas que nos unen», ha apostillado.
RECONOCIMIENTOS
La Medalla de Honor supone el máximo reconocimiento que la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) concede a personas e instituciones relevantes. En la ceremonia de entrega, el rector de la UC3M ha destacado que se otorga este reconocimiento a dos personalidades que se caracterizan por «la consistencia de sus ideas y la modestia de sus obras, que las hace aún más grandes».
Así, Romo ha agradecido a ambos «su contribución al arte y al desarrollo de las ciudades que ha revertido en la mejora la vida de las personas». De Antonio López ha destacado «su mirada, su capacidad para introducir el enigma en sus retratos hiperrealistas» y de Rafael Moneo ha subrayado la discreción y la frontalidad de sus edificios que interpelan a las personas y que ha calificado como «espíritus libres».
Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1985 y es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1993, además de poseer la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), el Premio Pablo Iglesias y el Premio Velázquez de Artes Plásticas, entre otros reconocimientos.
Figura clave de los Realistas de Madrid, su obra forma parte de la colección permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y de Patrimonio Nacional, entre otras instituciones.