Durante estas dos semanas de parón, el equipo auriverde ha continuado una clara línea ascendente en sus entrenamientos. Se han dado una serie de circunstancias que han influido positivamente en el nivel que viene mostrando el equipo en las últimas fechas: poder entrenar en condiciones dignas en el pabellón San José, dejar de llevar la pesada losa que suponía marchar en la parte baja de la tabla, siempre con la tensión de no descolgarse de los puestos que daban acceso al grupo de ascenso y, por último, el aliciente de enfrentarse a los mejores equipos de la categoría y luchar por el objetivo de clasificarse para la final a 4.
Sobre estas premisas, plenamente conscientes de la dificultad, los de Ramón Cañas no renuncian a nada. Por ello, se han propuesto traerse la victoria de Miguelturra. Sin complejos y sin miedos.
Los miguelturreños, como demostraron el fin de semana pasado, son un equipo con muchísima fortaleza y equilibrio.Cuentan con un poderosísimo juego interior con altura, músculo y calidad. Los perimetrales no les van a la zaga y aportan control del juego, velocidad y defensa. Un rival formidable, como no podría ser de otra manera, tratándose del campeón. Pero claro, una cosa son las intenciones y, otra, lo que la realidad depare. “Esperemos que esta vez ilusión y realidad se confundan”, apuntaba el técnico.
El partido se disputará el sábado 24 de febrero a las 17.00 horas en el Pabellón Municipal de Miguelturra.
Salida complicada
Los junior viajarán un poco más lejos, no mucho, apenas 5 kilómetros, para disputar su partido en el pabellón del Colegio Nuestra Señora del Prado (Marianistas) de Ciudad Real a partir de las 18.30h.
Los capitalinos andan con tan solo una derrota en la segunda posición de la tabla. A priori, el choque se presenta muy desequilibrado, pero en la primera vuelta los de Esther Úbeda vendieron muy cara su derrota tras ir por delante buena parte del encuentro. Probablemente, el mejor partido de la temporada por parte auriverde. Pero una vez conseguida la primear victoria del curso, la vida se ve de otro color. Con otros ojos.
Vía: atleticotomelloso.es