El Obispo de Ciudad Real, Antonio Algora, ha decidido este martes no confirmar a Emilio Martín Aguirre como presidente de la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, quien ha ejercido este cargo desde hace 12 años y que fue elegido con una amplia mayoría en unas elecciones contra las que no se presentaron alegaciones el pasado 6 de junio y que no estuvieron exentas de polémica.
Según ha hecho público a través de un comunicado que el vicario general de la Diócesis, Miguel Esparza, ha leído en el Pleno extraordinario convocado por el Obispo, su decisión de no ratificar la decisión adoptada por los Hermanos Mayores surge de los hechos que ha tenido conocimiento en el último mes de «intrigas» y «amenazas» durante la campaña electoral que llevaron a retirarse a la otra candidatura.
En concreto, uno de los miembros de la candidatura que se retiró denunció haber recibido un ‘whatsapp’ amenazante de Martín quien lo ha desmentido y ha presentado un informe de un perito diciendo que el mismo es imposible que se certifique que lo escribió él.
Por este motivo, Algora ha nombrado una comisión gestora encabezada por el delegado del Apostolado Seglar Juan de Dios Martín Ramírez que, junto a dos personas que elija, se hará cargo de la Asociación responsable de la Semana Santa de Ciudad Real, declarada de Interés Turístico Nacional.
Esta gestora, además, deberá abrir cuanto antes un proceso electoral al que no podrán concurrir ni el hasta ahora presidente electo, Emilio Martín, ni quien encabezaba la otra candidatura, Francisco Pérez Corrales, quienes tampoco podrán formar parte, al menos en cuatro años, de la nueva Comisión Permanente.
La decisión del Obispo no ha sentado demasiado bien a los cofrades que han asistido al Pleno, muchos de los cuales se han marchado antes de que concluyera acusando a Algora de «dictador», «de no respetar la decisión adoptada por la mayoría de los Hermanos Mayores de las cofradías ciudarrealeñas» y de «cachondearse de los cofrades».
IRÁ A LOS TRIBUNALES
Por su parte, Emilio Martín, que ya presentó una demanda por lo civil contra las personas que le acusaron de enviar mensajes con amenazas, ha mostrado su disconformidad con la decisión y, tras hablar de abusos de poder, ha anunciado que acudirá a todos los tribunales eclesiásticos, incluyendo el Tribunal de la Sede Apostólica, para que revoquen la decisión de Algora.
Asimismo, ha solicitado una explicación oficial y pública porque «la Asociación de Cofradías se merece un respeto y muchos cristianos de buena voluntad nos merecemos un respeto», ha indicado, al tiempo que ha aseverado que no se le puede obligar «a callar» y ser «sumiso» ante esta decisión.
«Nadie tiene derecho a exigírmelo, ya que cualquier decisión que no afecte a las verdades de la Fe se puede disentir y se puede manifestar puntos de vista diversos, incluso contradictorios, ya que una iglesia que no acepta y vive esta realidad es una iglesia que deja de ser una comunidad de fe y se convierte en una dictadura ideológica», ha concluido.