El pintor Antonio López ha dicho, al recibir el doctorado honoris causa por la Universidad de Murcia, que siempre trabaja en su labor creativa con sus sentimientos más íntimos y se encuentra con ánimo fresco para continuar su tarea.
El nuevo doctor honoris causa ha manifestado también que la pintura constituye su modo de supervivencia y su forma más auténtica de expresarse.
En otro momento de su intervención, Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) ha tenido palabras muy emotivas para Murcia, al recordar que viajó a esa tierra por primera vez en 1973, cuando aún estaba reciente el fallecimiento de su padre, y allí encontró serenidad y alivio.
Luego volvió en varias ocasiones, como miembro del jurado que convoca el premio de pintura del Aula de Artes Plásticas de la Universidad, que le entregaba su máxima distinción.
El padrino de la ceremonia, el decano de la Facultad de Bellas Artes, Juan Romera, ha destacado la relación entre ciencia y arte y los méritos que atesora el pintor.
Por su parte, el rector de la institución docente, José Antonio Cobacho, ha dicho que Antonio López es un maestro del arte y de la vida y que ha abierto el camino a numerosos jóvenes artistas.
Lo ha comparado con Velázquez por la coincidencia en ambos de una gran inteligencia y de un espíritu reservado, además de por la verdad que se da en los dos.